La Región: Centro, Montaña y Sierra de Guerrero toman escenario del Cervantino

La Región: Centro, Montaña y Sierra de Guerrero toman escenario del Cervantino

 

Orquesta de la Montaña
Orquesta de la Montaña en el 47 FIC


Las guitarras, trompetas, gabanes, mezcal, huipiles y sones de la región Centro, Montaña Alta y la Sierra de Guerrero no podían faltar en la XLVII edición del Festival Internacional Cervantino, recordando a los presentes el orgullo que los pueblos indígenas llevan en su música lírica.

La tarde noche del miércoles arrancó con el ensamble de guitarras “El Terzetto”, originarios de Chilpancingo, Guerrero, quienes rasgaron sus cuerdas al ritmo de la música popular mexicana, flamenco y danzones, entre su repertorio se encontraban piezas como, Bambolero, de Simón Díaz, Tamacún de Rodrigo y Gabriela, La Bikina de Rubén Fuentes Roth y Guadalajara de José Guízar Morfín entre otras piezas.

Dando paso a la Orquesta Regional Juvenil Corazón de la Montaña, jóvenes de entre 10 y 30 años, que al son de las trompetas, tambores y clarinetes deleitaron con la música de viento, la cual es tocada en fiestas patronales y velorios para celebrar la vida y la muerte de sus fieles difuntos.

Marchas representativas de la Montaña traducidas en mè'phàà, tlapaneco, mixteco entre otras lenguas originarias, temas como el Toro loco, la yesca, la diabla, la san marqueña, los caminos del sur y alingo lingo de Pepe Ramos, pusieron a bailar los guanajuatenses, los más aventados se subieron a la tarima a mostrar sus mejores pasos.

"Cuando la gente recibe una mala noticia escribe música de forma lírica, escribir música es un orgullo y es más orgullo ser considerado indígena", director de la Orquesta Regional Juvenil Corazón de la Montaña.

La noche cerró con el trio Los Del Bravo originarios de Tlapa de Comonfort, quienes tocaron piezas originarias de esta región como corridos y música tradicional mexicana entre estos temas "Mi Primavera" y "Los Tiempos pasados".


minerva@adncultura.org                                                        Fotos : Minerva Morales Anzástiga