Este lunes 7 de octubre se realizó en la Escuela de Iniciación Artística Acapulco G65, una función de teatro especial para la comunidad que integra dicha institución, la obra presentada fue “Agua de Coco” de la dramaturga Gloria Ramírez; dirigida por Leonardo Cuesta.
Después de que los asistentes -en su mayoría niños- tomaron su lugar alrededor de las 4:30 pm, se abrió la puerta de la sala para dejar entrar a Wicho, Toño y Gabi, interpretados por Ilian Blanco, Alberto Rafles, y Alet Rojas, respectivamente; ellos, además de divertir y entretener a los más pequeños, sin duda, logran involucrar y conmover a los más grandes.
La dinámica de la puesta en escena en un principio parece sencilla, se trata de un grupo de niños que viven en el mismo edificio y que se reúnen para jugar, sus vidas, parece que eran normales hasta que cerraron la escuela a la que asistían debido a que “se llevaron” a un profesor.
Es este suceso el detonante de las reflexiones de los pequeños, los cuales no dimensionan del todo la situación en la que viven, pero son consientes de que están en algún tipo de peligro constante y de que sus vidas pueden cambiar en cualquier momento, cómo las de sus amigos que han tenido que irse de la ciudad porque “las cosas ya están muy feas”.
Además de retratar el panorama violento en el que están creciendo nuestros niños, la obra también aborda como se va moldeando su personalidad por la misma situación y por la manera en que los papás la manejan, Gabi se muestra segura de sí y defiende a quienes lo necesitan, mientras que Wicho tiende a ser agresivo con sus compañeros de juego, repitiendo la conducta de su papá, quién nunca aparece -al igual que los otros padres- pero del que se habla mucho, haciendo referencia de que es una persona inestable. Por su parte, Toño es un niño temeroso e inseguro debido a los severos castigos que recibe de su madre.
La obra no juzga los métodos de crianza, tampoco pretende mostrar una salida a la problemática en que vivimos, se limita a enseñar la visión de los más pequeños y lo hace de una manera divertida, dinámica y en ciertos momentos cruda, para los mayores será difícil no sentirse tocado en ciertas escenas. A pesar de lo anterior, lo importante en esta historia son los lazos de amistad, la capacidad de escapar de la realidad por medio de la compañía y la imaginación, además de la reflexión para los que día a día forman a las personas que quedarán en el mundo.
Al termino de la función se llevó a cabo una sesión divertida de preguntas y respuestas, dónde los menores cuestionaron a los integrantes del grupo teatral Matrioska y al director de la obra sobre su trabajo.
Es importante mencionar que Agua de coco se presentará en el Festival Internacional Cervantino 2019 representando al estado de Guerrero y al Puerto de Acapulco.