La guerra y nosotrxs -
Lo que nos deja de tarea
Jaime Montejo
Jaime Montejo falleció el 5 de mayo en la CDMX debido a COVID-19. Fue un militante prácticamente toda su vida, inicialmente como integrante del grupo guerrillero M19 en Colombia y posteriormente como uno de los fundadores de Brigada Callejera Elisa Martínez, organización que desde los principios de los años 90 lucha con las trabajadoras sexuales de la capital de México y la región fronteriza de Tapachula, Chiapas. Además, la Brigada ha luchado por los derechos de migrantes, personas trans y personas afectadas por VIH.
Cuando la pandemia llega a México, Jaime y Elvira Madrid, su compañera de vida y lucha, se rehúsan a dejar solas a las miles de trabajadoras sexuales de la CDMX. Organizan la entrega de despensas, un comedor popular y la presión política a las autoridades capitalinas para que provean los apoyos básicos necesitados por las compañeras ante la falta de ingresos y casa. En esas actividades tanto Jaime como Elvira se infectan por coronavirus e inician su cuarentena.
Cuando Jaime se agrava, buscan atención médica urgentemente. Entre el 26 y el 28 de abril solicitan cama en 17 hospitales hasta que por fin es aceptado en el Hospital General, con un nivel de oxígeno en la sangre críticamente baja. Días después, Jaime fallece.
Aquí publicamos parte de la nota que Jaime escribió el 17 de marzo para Noti-Calle, el medio de Brigada Callejera. En ella, queda claro las condiciones de guerra cotidiana contra la cual Jaime y Elvira han luchado, y debido a la cual Jaime perdió su vida. A Jaime Montejo, se le mató.
Trabajar en el sexo en tiempos del Covid 19
por Jaime Montejo
Por la Agencia de Noticias Independiente Noti-Calle, Ciudad de México, 17 de marzo 2020.
¿Qué hacer en este momento, cuando el mensaje que todos los medios envían a la gente, es acatar “el aislamiento social responsable”?
¿Quiénes podrán recluirse en su vivienda, hacer compras con tarjeta de crédito para que le lleven la despensa a las puertas de su casa, ver películas a través de aplicaciones en la comodidad de su cama o sillón y abstraerse de salir a la calle?
Dudamos que de los dos millones de vendedores ambulantes que trabajan cada día en la Ciudad de México (CDMX), al menos la cuarta parte pueda hacerlo sin que su familia pase hambre y sin tener con qué pagar la renta, el agua y la luz eléctrica, por sólo mencionar esos gastos.
Por otro lado, están las y los sesenta mil trabajadores no asalariados (TNA), que se ganan la vida en la CDMX, entre quienes se encuentran aseadores de calzado; estibadores; maniobristas y clasificadores de frutas y legumbres; mariachis; músicos, trovadores y cantantes; organilleros; artistas de la vía pública; plomeros, hojalateros, afiladores y reparadores de carrocerías; fotógrafos, mecanógrafos y peluqueros, albañiles; reparadores de calzado; pintores; trabajadores auxiliares de los panteones; cuidadores y lavadores de vehículos; compradores de objetos varios, ayateros; y vendedores de billetes de lotería, de publicaciones y revistas atrasadas.
Aparte, están las cerca de setenta mil trabajadoras sexuales no asalariadas, que laboran intramuros o que ofrecen sus servicios en la vía pública en la Ciudad de México.
La mayoría de TNA, no tienen viviendo propia y sus ingresos son menores a los dos salarios mínimos.
¿Qué van a hacer? ¿Esperar a que la renta se pague después de la probable “cuarentena” a que seremos sometidas todas las personas en esta ciudad?
¿Y las poblaciones callejeras? Se va a recurrir a desmantelar sus campamentos para que se vayan a lugares más peligrosos que donde duermen en la actualidad?
Por: Mandeep Dhillon
Foto de portada: Del archivo de Brigada Callejera
Para consultar el texto original Pueblos en Camino