Exposición Arte sin Tiempo
- La inauguración es el jueves 27 de febrero de 2020, a las 18:00 hrs, en el Museo del Pueblo, en Guanajuato Capital.
- El origen de la colección Pascual nos refiere, al poder de convocatoria que logró entre la comunidad artístico plástico, el movimiento laboral de los trabajadores de refrescos Pascual y su incipiente proyecto cooperativo, hace más de veinte años, entonces calificado como utópico.
La Cooperativa Pascual ha logrado permanecer como única mecenas de la Fundación Cultural Trabajadores de Pascual y del Arte, A.C., durante más de trece años y a través de más de trecientas exposiciones, coadyuvar a promover y difundir las bellas artes, la literatura y principalmente las artes plásticas. Esto se ha hecho en múltiples espacios públicos y privados, museos y galerías, casas de cultura y bibliotecas, presidencias municipales y delegaciones políticas de la Ciudad de México, centros culturales y universidades, y en muchos rincones de nuestro país, donde la política cultural oficial se abstiene o aun no llega.
La experiencia de lucha laboral, hizo converger de manera atípica, a muy diversas tendencias de expresión artística, que en el primer lustro de los años ochenta emanaban de los principales ámbitos de la producción y distribución de las artes visuales en la Ciudad de México y por ende en nuestro país, esto es: el Salón de la Plástica Mexicana, el Taller de Gráfica Popular, la Escuela de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda” del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura y la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Autónoma de México. Colateralmente, y ello constituye por sí mismo un hecho insólito, la colección ha conseguido preservar en un solo acervo, una significativa variedad de material de producción plástica del siglo XX, generado por artistas mexicanos.
Antecedentes
El nacimiento de la Fundación Cultural Trabajadores de Pascual y del Arte, A. C. obliga a reconocer la importancia del movimiento laboral sostenido con empeño por sus trabajadores en los primeros años de la década de los 80's.
Ligada indisolublemente a la construcción de la Sociedad Cooperativa Trabajadores de Pascual, hunde sus raíces en la noble solidaridad del sector artístico (artistas plásticos reunidos en gran medida en el Salón de la Plástica Mexicana y el Taller de Gráfica Popular) que donaron obras para ser subastadas con el fin de obtener los recursos necesarios para iniciar la producción del naciente proyecto cooperativo.
Debido a la generosa ayuda que recibieron por parte del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México y a ciertas dificultades para comercializar el acopio artístico, los trabajadores deciden, con ayuda de artistas plásticos, museógrafos e investigadores del arte, conservar el acervo logrado y conformar la Fundación Cultural Pascual como una respuesta al apoyo recibido por parte de la sociedad, teniendo como objetivo “promover, incentivar y difundir las diversas manifestaciones culturales del pueblo de México”.
Las gestiones para hacer posible esta importante exposición en colaboración entre la Fundación Cultural Pascual y el Instituto Estatal de la Cultura, a través de su Dirección de Museos, comenzaron en Julio de 2019.
Exposición: Arte sin tiempo, es del acervo de la
Fundación Cultural “Trabajadores de Pascual y del Arte” A.C.
El origen de la Colección Pascual nos remite inevitablemente, a evocar la decisión y coraje que mostraron los trabajadores de Refrescos Pascual durante su lucha laboral (1982-1985), que generó simpatía y apoyo entre la comunidad artístico plástica además de otros sectores de la sociedad para el arranque del proyecto Cooperativo que inició en 1985.
En el tránsito para la conformación de lo que hoy es la Sociedad Cooperativa Trabajadores de Pascual, y tras el apoyo decidido de amigos como la promotora boliviana Ingrid Koester, los artistas plásticos Mario Orozco Rivera y Jesús Álvarez Amaya, y la crítica de arte Raquel Tibol, convergieron de manera atípica, las muy diversas tendencias de expresión artística, que en el primer lustro de esa década emanaban de los principales ámbitos de la producción y distribución de las artes visuales en la Ciudad de México -el Salón de la Plástica Mexicana, el Taller de Gráfica Popular, la Escuela de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda del INBA, la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM y artistas independientes- para la donación de obra plástica que habría de ser subastada con el fin de obtener recursos y así continuar con el proyecto cooperativo.
Sin embargo, diversas razones imposibilitan la subasta y comercialización de la obra donada, por lo que queda en manos de los trabajadores convirtiéndolos así en custodios de este invaluable patrimonio de los mexicanos.
Por último, en octubre de 1991, los trabajadores de la Cooperativa Pascual deciden constituir la Fundación Cultural “Trabajadores de Pascual y del Arte”, A. C., cuya actividad primordial pretende incidir en la calidad de vida de los propios trabajadores y del pueblo en general como una respuesta al apoyo solidario recibido en los duros años de lucha laboral, siendo el acervo plástico acopiado, su corazón.
Cotidianidad
El Salón de la Plástica Mexicana (SPM) es otra importante organización de artistas en México, conformada por pintores, escultores, grabadores, dibujantes, ceramistas y fotógrafos de diferentes estilos, corrientes y generaciones. El SPM fue fundado en 1949 por 52 artistas como mecanismo de impulso para el Arte Contemporáneo. Entre los miembros del Salón, a lo largo de su historia, destacan: Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Pablo O´Higgins, Francisco Moreno Capdevila, José Chávez Morado, Adolfo Mexiac, Alfredo Zalce, entre otros.
El trabajo realizado por los miembros del Taller de Gráfica Popular y del Salón de la Plástica Mexicana no se limitó a las temáticas políticas, sino que también plasmaron costumbres, tradiciones y escenas de la vida cotidiana. Las danzas, los paisajes, los mercados, las escenas familiares y las actividades diarias, son algunos de los rubros que los artistas contemporáneos han elegido para hacer sus propias interpretaciones, nuevas lecturas con sus particulares estilos, representando el entorno y capturando la esencia de México.
La Cotidianidad en las obras de arte, que aquí se presentan, es un reflejo de la identidad mexicana, una fuente de inspiración para la creación de escenarios compuestos de líneas y contrastes dramáticos