Historia de "El Granero" de la Nueva España

Haciendas de Guanajuato

  • 31 haciendas en 15 municipios, la mayoría en buen estado de conservación, son propiedad privada y es preciso solicitar permiso para visitar.

Las haciendas fueron durante la época virreinal verdaderas unidades de producción, sobre todo las del Bajío, debido en parte a su corta extensión (eran las más chicas de la Nueva España) pero en especial a las virtudes de su organización. En reconocimiento a su ingente productividad, a finales del siglo XVIII, al territorio que comprendía el Bajío, se le llegó a conocer como "El Granero" de la Nueva España.

Merced a las riquezas derivadas de la agricultura y la minería, pronto emergieron centros manufactureros muy diversificados. Tales centros producían, con la lana de sus ganados, cobijas, jorongos, cobertores y otras prendas de vestir; lo mismo se tejía algodón para mantas que se confeccionaban vestidos.

Las haciendas constituyeron asimismo núcleos promotores de la difusión de la cultura y las comunicaciones. En este sentido, más allá de su ostentosa vitalidad productiva y mercantil, el buen número de ciudades, villas, pueblos y ranchos. Todos bien poblados, cercanos unos de otros, bien comunicados, permitieron que el dinamismo impregnado por la haciendas en las poblaciones fuera de una cultura más informada, gracias a las muchas comunicaciones de toda índole y al contacto con todo tipo de personas iban y venían. Debido a ese dinamismo, Guanajuato fue la región menor informada del acontecer social después de la Ciudad de México.

"Al finalizar la rica centuria (siglo XVIII) nos encontramos conque en la intendencia de Guanajuato había cerca de cuatrocientas cincuenta haciendas agrícolas y ganaderas, con más de trescientos cincuenta ranchos dependientes de ellas y arriba de mil independientes, donde en todos laboraban alrededor de cincuenta y cuatro mil labriegos del campo, así lo comentó Isauro Rionda Arreguín.

Foto de portada: Cortesía.

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