La lluvia caía y el calor era sofocante, la humedad reinaba y el zócalo del puerto de Acapulco se encontraba a oscuras... A veces se iluminaba un poco por los juguetes luminosos que los niños lanzan al cielo; porque a pesar de la lluvia, del calor, de la humedad y la oscuridad la gente seguía en las calles con ganas de disfrutar; una vez reestablecida la luz, en el Bar del Puerto se inició el tercer día de actividades del Encuentro Teatral ”Juan Álvarez”.
La mujer sola tomó el escenario, el cual estaba perfectamente montado como una habitación de hogar, había todo lo necesario para el desarrollo de una mujer, una lavadora, un refrigerador, una licuadora, ropa para planchar y un teléfono fijo dónde podía ser localizada por su marido; la mujer comienza a hablar de su marido, del hermano de su marido, del “maniático” que la acosa por teléfono, del hermano de su marido que la acosa en su propia casa, de su marido que la golpea; entonces se distrae y comienza a hablar de un muchacho menor que ella, quién casi se moría de pena cuando ella le dijo que debían dejar de verse, habla de cómo hicieron el amor... Recuerda como fue cuando intimó por primera vez con su marido, enseña en qué consistió el momento y se pregunta ¿Y ya?, también se pregunta ¿Por qué no podrá tener un orgasmo con su marido? ¿De dónde salió la palabra orgasmo? Pero comparte a la audiencia que ella no se queja... No puede quejarse, a veces lo hace, pero internamente, ella dice las cosas por dentro, se enoja por dentro, llora por dentro, habla por dentro, ella no puede quejarse porque a pesar de los golpes y de ser ignorada; su marido la adora, la tiene como reina, pone como ejemplo la vez que ella intentó suicidarse cuando su marido la encontró con el muchacho menor, recuerda que no dejó que la sangre terminara de salir por sus venas, recuerda que a pesar de todo su marido la perdonó, a pesar de ser ella la única culpable de la situación, todavía la golpea pero es por su bien y si la tiene encerrada bajo llave, también.
La irónica y dolorosa obra logró conectar con el público, además de brindarles mucho que pensar sobre el entorno al que diariamente miles de mujeres se deben de enfrentar.
Terminó la obra y la mitad del bar salió por un poco de aire, la lluvia seguía, pero continuar dentro era insostenible, de la nada se empezó a escuchar una sola voz y el murmullo otra vez se apagó, Tiradero a cielo abierto comenzaba su cruda participación.
“Enamóralas, enamóralas y véndelas”, es el consejo que ha regido la vida del protagonista de la obra Tiradero a cielo abierto, del grupo Compañía Cuatro Vientos, originarios de Tlaxcala; un tratante de blancas que revela los secretos detrás de sus conquistas, mujeres jóvenes que caen en la promesa del amor y de un futuro mejor, en el desarrollo de la obra explica el proceso para engancharlas, enamorarlas y someterlas, hasta deshacerse de ellas vendiéndolas... Como si de carne se tratara, también aprovecha para exponer con rudeza sus motivos y sus ambiciones; pero sin tratar de justificarse, ya que su deshumanización es tanta que se siente atormentado al llegar a sentir una conexión con Aurora, una de las tantas chicas que tiene “enganchada” pero la única que para él representa una amenaza.
La obra de desenvuelve poco a poco hasta lograr un huracán de emoción, que se contiene y vuelve a crecer durante toda la puesta; su fuerza radica en sus diálogos, certeros y dolorosos porque los sabemos ciertos; la violencia y la descomposición social deben parar.
La última obra de la noche fue “Susurro del viento”, una hermosa puesta en escena originaria de Oaxaca y ejecutada por el grupo Andando Teatro, la mezcla de lluvia y copal, así como los recursos de iluminación y sonido elevaron la experiencia para los que pudieron presenciarla, una obra que brinda la perspectiva de vida desde el punto de una mujer indígena, haciendo recuento por momentos que han marcado su vida, conforme va creciendo sus bellos fragmentos de pasado van mutando hasta llegar a su presente, donde la injusticia y el machismo van mermando su camino.
La obra cuenta con una bella narrativa y una buena ambientación, debido a eso desde su comienzo hasta su final logró entablar conexión, además el clima de lluvia le otorgó otro nivel misticismo e intimidad con los presentes; una noche muy adecuada para el teatro.
Terminó el 3° día de actividades del XV Encuentro Teatral “Juan Álvarez”, algunos salieron tratando de refrescarse, otros quedaron a conversar y a pedir una ronda más, a fin de cuentas, era sábado, afuera estaba lloviendo y ya estaban en el Bar del Puerto.