El pasado miércoles 27 de noviembre en el espacio La Pinzona 109 se realizó como actividad extra del Programa Educativo de Arte Contemporáneo Acapulco, una charla con la curadora, artista visual e historiadora de arte, Paola Eguiluz. Dicho programa se lleva acabo en el puerto gracias a la Fundación Jumex Arte Contemporáneo
Durante alrededor de una hora, Paola, presentó a artistas que centran su obra en explorar su entorno y las estrategias que la gente ha tenido que adoptar para sobrevivir al mismo.
Abandono, autoconstrucción de viviendas, estrategias fallidas que buscan mejorar el entorno con un poco de pintura en las casas, promesas de campaña, falta de seguridad, falta de servicios básicos, violencia, dificultades para el desplazamiento, entre otras situaciones, son el día a día de las personas que viven en la periferia de CDMX, pero también, son la fuente de inspiración, invitación a la reflexión y motivo de catarsis de las artistas que conformaron la presentación de Paola.
Huberta Márquez, fue la primera en ser proyectada sobre la pared blanca en La Pinzona 109, parte de su trabajo enfocado a la periferia consistió en hacer uso de lotes baldíos para montar exposiciones efímeras compuestas de elementos que encontraba en el mismo espacio o en sus alrededores. Además, creó algunas esculturas con bloques de cemento que debido al mal cuidado de las calles se quebraban de las banquetas.
Por su parte, el trabajo de Pamela Zeferino proviene de la historia de Neza, dónde la comunidad que lo conforma tiene muy arraigado el amor y el respeto por su barrio. Ante esta premisa, Pamela, realizó un proyecto en el que ahondó en la historia del Estadio Neza 86, un estadio de futbol inaugurado en 1981 como Estadio "José López Portillo", y renombrado como Neza 86 en el marco de la Copa Mundial de Fútbol de 1986, actualmente se encuentra abandonado y sufriendo los estragos del tiempo, y de ese abandono nació una serie de piezas que capturan la decadencia que ha invadido al que antes fuera un glorioso punto de encuentro para la comunidad.
Además de su proyecto Neza 86, Pamela, es parte del colectivo Canalla, un colectivo que de a poco ha crecido y mutado de puestecito de tacos abandonado a galería de arte/comercio de ropa/espacio para artistas emergentes. Canalla ha crecido tanto y cobrado tanta relevancia que tuvo un espacio en El Rule Comunidad de Saberes, dónde, el colectivo presentó la exposición “si no está a la vista pregunte”. En ese espacio, Pamela participó con su proyecto Pequeños paisajes para robar, dónde por medio de jardineras, trata la construcción y reconstrucción de la memoria de Ciudad Neza.
En esa misma serie, participó Gabriela Sandoval, quién recupera y profundiza en la estética de los tianguis, poniendo atención también en las estrategias que tienen que emplear los dueños de los puestos para sobrellevar los cambios del clima, desde el polvo hasta la lluvia, también ahonda en el hecho de montar y desmontar su fuente de vida diariamente.
Sonia Madrigal, por su parte, es una fotógrafa que tiene muy en claro como lograr imágenes potentes y llenas de sensibilidad. Su interés principal es retratar su entorno y crear ruido, con sus fotos lleva a la reflexión, a la visualización del entorno violento en el que tienen que desarrollarse las mujeres. También ha aportado dando voz a las familias de las víctimas de feminicidios, desde un enfoque empático, archivando su lucha y respetando sus momentos. Otra parte de su trabajo es la serie fotográfica Te, la cual consiste en fotografiar mensajes de amor que encuentra en las paredes, “te amo”, “te extraño” y “regresa” son algunos de los ejemplos que se pueden ver; en primera vista parecen solo declaraciones de amor, pero analizando el contexto y el trasfondo, al incluir muchas veces la identidad de las mujeres para quienes son escritos, nos encontramos con el refuerzo del amor romántico que a tantas mujeres nos ha quitado.
Al finalizar, Paola, nos mostró un poco más de su trabajo, para después, cerrar con la sesión de preguntas y respuestas. Su charla, además de mostrar el trabajo de distintas mujeres con enfoques distintos sobre la realidad, fue una invitación para tomar los espacios que nos pertenecen y hacer algo valioso con ellos y desde ellos, por medio de un activismo sutil que se infiltra de manera gradual, que incorpore a todos en la comunidad, por medio del arte, la cultura, la educación. Abandonar la tierra no tiene porqué ser la única opción para mejorar la calidad de vida. Pero volverse consciente de eso, probablemente sea lo que más valor y trabajo requiere. De la charla, quedó en todas y todos que, cualquier aporte, pequeño o grande, siempre hace una diferencia.
Paola Eguiluz, quién es originaria de Ecatepec, Edo. de México. Curadora, artista visual e historiadora de arte. Estudió la licenciatura en Artes Visuales en la Universidad Autónoma de Querétaro y la maestría en Historia del Arte (estudios curatoriales) en la UNAM. Ganó uno de los premios de la categoría Curadores Emergentes de la 1ª edición de la Bienal de las Fronteras (2015). Participó en la curaduría de la exposición Siete.de.catorce en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco. Además, formó parte de la primera generación de la Escuela de Crítica de Arte, también, pertenece al grupo fundador del Museo Arte Contemporáneo Ecatepec (MArCE). Fue coordinadora de exposiciones y actividades de formación LOCAL 21. Espacios Alternativos de Arte. Trabajó como asistente de investigación documental y artística en la exhibición Un arte sin tutela: Salón Independiente en México, 1968-1971 en el MUAC. Fue coordinadora de exposiciones en el Museo Morelense de Arte Contemporáneo Juan Soriano. Ha publicado textos en GASTV y Artheorica. Actualmente es coordinadora del programa Marejada. Indisciplina con perspectiva de género en El Rule Comunidad de Saberes.