Crítica literaria del Secreto de Augusta
De lectura tomamos como análisis una novela (no tan extensa), que al parecer describe algunos paisajes sociales refiriéndonos en cuanto a diálogos y habla, pues se alcanza a discernir cómo Augusta, aunque en lo personal no aparezca numerosas veces en el relato, la trama gira en torno a ella; la cual es una mujer soberbia y con el ego hasta el cielo.
Su hija Adelaida, quien funciona como receptora principalmente de los hombres emisores en la novela, Vasconcelos su padre, y Gomes su probable marido; sin embargo, las circunstancias cambian a favor y en contra en ocasiones, hablan con diálogos con una clara formalidad de la época o entonación de esta, por lo tanto a algunos lectores que no estén acostumbrados a leer, tendrán problemas para leerlo.
Pero eso no demerita la obra, es lo contrario porque de alguna manera muy curiosa juega con la atención del espectador, pues este en gran parte de la lectura, quiere conocer “cuál es el famoso secreto de Augusta”, este es mencionado desde el principio, así brinda de una forma u otra falta de cohesión, porque falla en el clímax y el lector puede quedar un poco decepcionado.
Es una novela para disfrutarla de una manera rápida, no consume mucho tiempo a diferencia de muchas sagas o novelas que cuentan alrededor de doscientas o trescientas páginas, por intentar mencionar un estándar de estas. La lectura es rápida pero un poco difícil de comprender para aquellos que requieren una introducción al arte de leer.
Suena repetitivo mencionar con mucho exalto la palabra coherencia, pero es que la novela juega mucho con esta al momento de su percepción, podríamos decir que la magia de ésta son los movimientos similares a unas piezas dentro de una partida de ajedrez, como si el autor se burlara de nosotros al querer hallar un clímax o un final trágico, pero no, decepciona en poca medida el final.
El trabajo está bien elaborado, pero no parece congruente que al darle giros a tu trama, creas personajes como Gomes y Vasconcelos que parece ser que harán de todo para acabar mal, o Carlota, un personaje que al parecer está de adorno y no funciona como villano por la poca intriga que maneja y la falta de apariciones, en sí no afecta (en cuanto agresión) en gran medida a Adelaida.
Incluso Adelaida queda con un toque amargo tanto como protagonista como personaje secundario, ya que lo que funciona en el relato no es el personaje, sino la trama que acompaña a este, por lo tanto, hace inmemorables a la mayoría de los personajes y escenarios, excepción de Augusta por salir en el título, quien también me hubiera gustado verla con más acción en escena.
Dentro de lo que cabe en una novela, me parece que uno de los principales puntos que debe cumplir una es que contenga una buena historia, el secreto de Augusta la “tiene”, lo digo entre comillas pues es muy manipulable la historia, busca ahorcar la morbosidad para saber en qué acaba, el punto en el que falla es el final, que pudo haber quedado mejor y menos vacío.
En fin, hay detalles como lo son los escenarios, protagonista fijo y antagonista, que faltan ser pulidos, aunque algo recalca de una manera silenciosa que está hecho a propósito, es un trabajo literario único y que te puede enganchar, pero para lectores que buscan una gran trama e historias con personajes legendarios, el secreto de Augusta no es para ellos…