Jojo Rabbit

Escrita, dirigida y co-protagonizada por Taika Waititi y basada en la novela Caging Skies de Christine Leunens, Jojo Rabbit es una sátira que nos muestra la guerra desde el punto de vista de un niño alemán de diez años que tiene por amigo imaginario a Hitler. Waititi nos expone de excelente manera, y con el estilo cómico que lo caracteriza, lo que puede causar el fanatismo y los lados más oscuros de las guerras.

Siendo una cinta arriesgada con una excepcional actuación de Scarlett Johansson, así como de todo el elenco, Jojo Rabbit nos va abriendo camino por la mente de un pequeño obsesionado con Hitler y con su sentido de pertenencia a la Alemania Nazi, los cuales se empiezan a ver en conflicto cuando descubre que su madre tiene escondida en una de las habitaciones de la casa a una niña Judia.

Mihaia Malmaimare Jr, hace un trabajo increíble con la fotografía de la película, entregándonos una paleta de colores brillantes y pasteles que nos hacen olvidar que estamos en observando una película de guerra, y es eso el gran acierto en general de la cinta, el hacer que uno se distraiga del tópico bélico por instantes por la caricaturización del humor y de los personajes, destacando también la espléndida selección musical para el filme.

Aunque la cinta llega por momentos a perder un poco de continuidad cuando llegan los chistes de humor negro, se siente como un filme redondo por los momentos en los que todo se pone serio y se deja por completo la comedia de lado.

Jojo Rabbit es una cinta que definitivamente vale la pena observar pues te cautiva desde la primera secuencia con música de The Beatles e imágenes de Hitler como haciendo una comparación a manera de sátira entre la popularidad de ambos, así como los últimos 30 minutos de la cinta en la que nos muestran secuencias memorables y observamos cómo todo el mundo construido durante las dos horas de cinta se nos ponen de cabeza.

Sin duda, Waititi se ha puesto en el mapa de manera importante y ha demostrado que tiene la capacidad de hacer películas que no solo gusten al público, como fue el caso de Thor: Ragnarok, si no, que puede entregar obras que sean arriesgadas, originales, entrañables y que gusten tanto a los conservadores miembros de la Academia como a todo el público en general.

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