Luces, cámara… ¡Guanajuato!
En 1970, los cines de México tuvieron el estreno de “Las momias de Guanajuato”, esto fue en parte lo que detonó el turismo en la ciudad -luego de impulsar su historia y herencia minera por supuesto-, la idea de ver cuerpos en estado de momificación atrajo a los curiosos, incluso y porque no decirlo también a los morbosos.
Más allá del movimiento turístico en Guanajuato, muchos vieron en la cañada el sueño de encontrar el set ideal para filmar sus cintas. La primera de la que se dice que hay registro, -pero que no nos consta-, es de la trágica inundación de 1905, acontecimiento de la cual se enteraron muchos, no solo en el país sino más allá de sus fronteras.
En una visita a esta tierra del famoso director británico Peter Greenaway, se interesó profundamente en crear su siguiente obra cinematográfica inspirándose en uno de los cineastas que revolucionó este arte a principios del siglo XX, Serguéi Eisentein, pues al parecer éste había visitado la ciudad durante el tiempo en que grabó ¡Qué Viva México! Así nació “una co-producción México- países bajos que se presentó en 2015 en un festival de Alemania y posteriormente en Guanajuato, México.
En 2009, se realizó otra película que conmocionó a las masas por los temas que abordó: la muerte, las drogas, las relaciones de pareja con el nombre: “El Estudiante”. La historia de un viejo que decide volver a las aulas de clase, pero ¿qué construcción podía dar cabida a semejaste historia?, se escogió la escenográfica Universidad de Guanajuato, construcción de la década de los cincuenta, que fue imagen de los extintos billetes de mil pesos.
Algunos también recordará “Érase una vez en México”, película de origen estadounidense que se grabó en 2002, y que contó con actores reconocidos como Antonio Banderas, Salma Hayek, Marco Leonardi y Johnny Depp. El ahora Museo Palacio de los Poderes fungió como uno de los sitios de batalla y en su calle principal, donde se levanta su imponente basílica, los actores secundarios celebraban el Día de Muertos con máscaras.
Escritores también han dedicado sus letra a la ciudad, tal es el caso de Jorge Ibargüengoitia, quien escribió “Estas ruinas que ves”, donde por primera vez se cita al lugar de ranas como Cuévano. El largometraje con el mismo nombre contó con el estelar del actor Fernando Luján (1939-2019), un maestro que vuelve a su tierra natal para impartir clases de literatura y conoce a Gloria, una joven que al parecer tiene una enfermedad del corazón, el tema: ¿la doble moral?
Para los mayores en un recuerdo viviente de su juventud a finales de los setenta y principios de los ochenta, donde ya existía la calle Belaunzarán, puesto que anterior a su creación era el principal conducto de su antiguo río, que aún existe justo debajo del cemento y las lozas, tras la pavimentación para convertirla en calle.
También con Luján, pero en 1967, se filmó “Un novio para dos hermanas”, comedia musical que reúne al dueto integrado por las gemelas españolas Pili y Mili, que en ese tiempo eran bastante famosas. Se filmaron cantos y bailes en la explanada de la Alhóndiga de Granaditas; la estudiantina condujo a las rubias por su calle subterránea a la plaza Allende, donde descansa una escultura de Don Quijote y Sancho Panza.
De terror, se filmó “La llorona”, donde apareció en la pantalla grande la Plazuela de San Fernando, escenario habitual de los Entremeses de Cervantes y el foyer del Teatro Juárez, espléndido edificio artístico que fungió como sala de baile.
La actriz Dolores del Río también fue de las pioneras en el cine filmado en Guanajuato, descendió acaloradamente por unas elegantes escaleras para encontrarse con su amor en el rostro del actor Pedro Armendáriz.
El ganador como mejor director en el Festival de Cannes y Venecia, Amat Escalante usó a Guanajuato como escenario la mayoría de sus producciones cinematográficas, sus historias, -en su mayoría- hablan sobre violencia, aunque en “La región salvaje” se dirige un poco hacía la fantasía.
Directores de talla internacional como Luis Buñuel inicia su película “Él”, con una impresionante escena panorámica de Guanajuato tomada desde el Monumento al Pípila. Arturo Ripstein, galardonado con la Presea Cervantina en 2016, filmó en 1974 “El santo oficio”, basado en el guión realizado por José Emilio Pacheco, sobre una familia judía que sufre la persecución de la iglesia.
La despampanante rubia francesa Brigitte Bardot también actuó para “¡Viva María!” en 1965. Otras producciones llegaron como “Juan sin miedo” con Jorge Negrete, una de sus locaciones fue en Valenciana, donde actualmente se encuentra una de las sedes de la Universidad.
A través del cine, veremos miles de rostros, maravillosos lugares… Guanajuato en cada uno luce diferente, a veces tiene ese romanticismo, característica que aprecian los foráneos; para otros, el set perfecto para las historias macabras donde los muertos vuelven a la vida; para cada situación, seguro que habrá un lugar que atraiga la mirada de los amantes del cine, que como dicen en un festival: Más cine por favor.
Por Fabiola Manzano.
Agradezco al conta Felipe López Márquez, mi mentor cinematográfico y a Rodolfo García R. por compartirme información de películas en las que ha participado.
Foto de Eisentein: Salzgeber.
Fotos de portada e interiores: Fabiola Manzano.