En cine se utiliza el término “opera prima” para referirse al primer largometraje de un director; un ejercicio fílmico que intentará consolidar su lenguaje cinematográfico. El valor de estas películas radica en la exploración de las herramientas audiovisuales y narrativas existentes en el séptimo arte. Asimismo, estas obras funcionan como una herramienta para poder comprender a futuro el enfoque de un cineasta.
Es por ello hoy les compartimos un compendio de debuts de los realizadores contemporáneos más influyentes, del cine nacional mexicano.
Amores Perros (2000), haya sido la primera película del director mundialmente reconocido. Por si no la has visto, te contamos que Guillermo Arriaga, como guionista, desarrolla tres historias que se entrelazan cuando ocurre un terrible accidente automovilístico.
Esta película fue nominada a Mejor Película de Lengua Extranjera en los Oscar y en los Globos de Oro, se llevó un BAFTA y muchos Arieles para varios miembros del crew, entre los que destaca Mejor Sonido para su sonidista por excelencia, Martín Hernandez, Mejor Fotografía para Rodrigo Prieto, y Mejor Actor para Gael García.
Japón (Carlos Reygadas, 2002, México).
Galardonada con la Cámara de Oro en el Festival de Cannes, Carlos Reygadas acompaña a su protagonista a lo largo de una crisis existencial, explora al mismo tiempo la vida de una comunidad rural en México. La cinta muestra elementos icónicos dentro de la obra del cineasta como la escasez de diálogos y el uso de actores no profesionales para darle mayor peso al lenguaje visual.
El violín (Francisco Vargas, 2006) que fue seleccionado en el Festival de Cannes en la sección Un Certain Regard (Una cierta mirada, en francés). probablemente el mejor filme mexicano de los últimos diez años y el más premiado. Esta cinta tiene como ejes temáticos la violación de los derechos humanos, la represión, la injusticia y la miseria, así como también echa una mirada al ejército como brazo armado de un Estado y de un gobierno que en lugar de cambiar las condiciones de vida de los pueblos las provocan.
El lugar más pequeño (Tatiana Huezo, 2011, México).
Realizado gracias al apoyo del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), el primer largometraje documental de Tatiana Huezo presenta las cicatrices que padece El Salvador después de sufrir una guerra civil. El contraste entre la imagen y el contenido que presenta la directora méxico-salvadoreña, el cual mezcla los bellos retratos de su país con la crudeza de los testimonios de las víctimas de la guerra, se convertiría en un elemento clave para sus futuros documentales.
Güeros (Alonso Ruizpalacios, 2014, México)
Alonso Ruizpalacios debuta en la pantalla grande con una road movie que presenta el viaje de Sombra y Tomás en busca del legendario Epigmenio Cruz, una figura importante dentro del rock nacional. Ambientada en medio de la huelga realizada por los estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México en 1999, la película destaca por su estilo.