Una niña sin amor:
System Crasher
Benni es una niña de 9 años que habita en diferentes hogares de acogida infantil por su comportamiento violento y por sufrir ataques de pánico secundarios a un trauma de su infancia temprana. Lo anterior le ocasiona múltiples problemas para relacionarse con los niños a su alrededor e incluso con su familia y cuidadores.
Se trata de la ópera prima de la alemana Nora Fingscheidt, estrenada en el Festival Internacional de Cine de Berlín en 2019 donde obtuvo el premio Alfred Bauer.
Como el título lo indica Benni es una rompe sistema (system crasher), un nombre no oficial que se otorga a los niños que no pueden adaptarse a los sistemas educativos y normas de comportamiento impuestos por la sociedad. Benni tiene una familia pero no vive con ellos a pesar de que lo anhela, sin embargo, la incompetencia de su madre para poder sobrellevar el padecimiento de su hija le impide hacerlo.
A pesar de su corta edad Benni sabe que su lugar debe ser en casa junto a su madre y hermanos por ello lucha por escaparse constantemente de los refugios infantiles donde es internada, situación que la lleva a ser rechazada constantemente además de mostrar actitudes hostiles hacia sus compañeros y hacia ella misma.
Una luz de esperanza la encuentra cuando se topa con Micha, un educador especializado en adolescentes con problemas de conducta que ayuda a Benni a encauzar su energía, lo que afectará también sus relaciones laborales y familiares.
Nora Fingscheidt realiza así un estudio sobre la psicopatía infantil y sus repercusiones en la sociedad y las personas que se hacen cargo de ellas, es interesante que sitúe el problema en una niña de 9 años puesto que así se dejan de lado las implicaciones de la adolescencia sobre los problemas de conducta.
Las tonalidades claras y descoloridas son un elemento que además realza la falta de amor y comprensión que hay en el frío invierno alemán y en los cuartos de hospital donde Benni es objeto de estudio constante que contrastan con los cálidos interiores que encuentra en la empatía de Micha.
Mención especial para Helena Zengel quien interpreta formidablemente a Benni llegando a transmitir diversas emociones a través de la mirada penetrante de una niña incomprendida y sin amor.
Sin duda System Crasher es un largometraje que abre un debate sobre los límites de los sistemas de cuidado infantil y la falta de amor en la sociedad así como la voracidad de la burocracia en las instituciones.