Margarito Damián Vargas, Centenario luctuoso

Margarito Damián Vargas (1873 - 1919)

 

Músico y compositor. Nació en la ciudad de Tixtla el 22 de febrero de 1873; murió en Chilpancingo el 16 de septiembre de 1919, a las 5:00 de la tarde. Sus padres fueron el capitán primero Plácido Castro y Marciana Vargas, pero la madre contrajo nupcias con Eduardo Damián, cuyo apellido llevó en vida Margarito.

 

Margarito Damián Vargas (1873 – 1919)
Margarito Damián Vargas (1873 – 1919)

 

Su abuela fue una guerrillera Oaxaqueña llamada “La Negra Mariana” que milito a las ordenes de Porfirio Díaz, durante la guerra que México sostuvo ante el imperio de Maximiliano de Habsburgo.

 

Desde niño tenía inclinación por la música; se servía de flautas de carrizo para tocar, con rara habilidad y buen gusto, sencillas piezas. Estudió la primaria en su tierra natal. Ahí trabajó primero en la talabartería, después se dedicó a la sastrería bajo la dirección de Jesús González.

 

Tocó en forma empírica la guitarra y como revelaba marcada afición por la música lo incorporaron a la Orquesta de los Damianes para que tocara el pandero. Desde muy joven empezó a tener responsabilidades en su casa. Estuvo en Chilapa de dependiente y en las horas libres estudiaba música en compañía de Fidel Pineda; regresó a Tixtla donde volvió a trabajar de dependiente.

 

En su propia tierra conoció a Luis Cariño, quien tocaba muy bien la guitarra. Margarito se incorporó a las fuerzas rurales y fue a Ayutla, en este lugar Damián Vargas compone el Vals “Matilde y un Schotisch dedicados a la señorita Matilde Guillemaud de la ciudad de Tixtla a la quien le tenía un gran aprecio. Volvió a Tixtla, donde fue recibido en triunfo por los éxitos que obtuvo en aquella ciudad en la cual cabe destacar organizo una orquesta. Lo invitaron para completar el número de músicos del III Batallón. Tenía entonces veinte años.

 

Margarito Damián Vargas (1873 - 1919)
Margarito Damián Vargas (1873 - 1919)

 

En Cuernavaca formó parte, en 1893, de la orquesta de Manuel León y fue ahí donde empezó a componer música. Vivió en la Ciudad de México y regresó a Guerrero a fines de ese año, cuando el general Canuto A. Neri se levantó en armas. El batallón al que pertenecía estuvo en Iguala, Chilpancingo, Tlahuizapa, Papagayo y Dos Caminos (hoy Julián Blanco). En esta población permaneció por algún tiempo, y allí compuso el Schottisch Sin esperanza; pasó a Acapulco y desertó para ir a Tixtla.

 

“Damián Vargas a la hora de acostarse deja al alcance de su mano papel de música, lápices, cerillos y una vela que con frecuencia por las noches encendía y escribía rápidamente la música que de el brotaba en sueños o en horas de vigilia…” refirió don Ignacio Cuevas y José María Valle oriundo de Chilapa quienes trataron muy de cerca a este personaje.

 

En Huitzuco, en 1896, trabajó como minero; no conforme con su situación se fue a la Ciudad de México, donde ingresó a la orquesta de la gran compañía infantil que dirigia el maestro José Austri, que daba audiciones en el local del Circo Orrín. Posteriormente salió de gira a Xalapa, Córdoba, Pachuca, Puebla y otras poblaciones.

 

Cansado de la vida errante decidió quedarse en México, donde se ganaba la vida al tocar en las orquestas y arreglar piezas para el compositor Miguel Lerdo de Tejada, con quien llevó buena amistad.

 

Margarito Damián Vargas (1873 - 1919)
Margarito Damián Vargas (1873 - 1919)

 

Regresó a Tixtla en 1898, formó un grupo musical con sus amistades. En 1898 emigro a Costa Grande y tocó en la orquesta de Rafael Flores, maestro de escuela. En Tecpán de Galeana compuso el vals “Amalia” dedicado a una señorita de este lugar. Estuvo en Acapulco de celador de la aduana marítima. Para vivir mejor vendía las piezas que componía, las obras que destacan en esta parte de su vida son: El vals “Ondas del Pacífico” dedicado a las jóvenes Angela y Soledad Lobato y la danza “Adiós Acapulco” a su novia Jobita Mayani, y según sus conocedores aquí inició la etapa más brillante de su vida, pero sólo permaneció en el puerto de Acapulco hasta 1901.

 

Ese mismo año (1901) regresó a Chilpancingo y salvo algunos breves periodos, se hizo cargo de la Banda de Música del estado desde entonces hasta el 9 de abril de 1911, durante el régimen porfirista; después, luego del triunfo de la Revolución, volvió a hacerlo de 1911 a febrero de 1914 (año en que se ausentó casi definitivamente de Chilpancingo, pues regresaría a esta ciudad pocos días antes de su muerte) cabe destacar que en esta ciudad compuso “Mi delirio”, “Tuyo hasta la muerte”, “Ven”, “Gloria”, “Elena”, “Intimidades”, “Cabildo” que es un conjunto de 10 bellas danzas, “María Dolores”, “En sueños de un poeta” todas estas dedicadas a sus alumnas.

 

Con muchos incidentes en su vida, pasó varios años en México, donde ganó un concurso como flautista y la Casa Wagner le hizo algunos obsequios. En 1903 conoció al presbítero Ezequiel López Berdejo, director del Colegio de Infantes en Chilapa, con quien aprendió armonía y contrapunto. Recorría largas distancias para verlo y recibir de él sus enseñanzas. Su preparación fue sólida, pues muchas de las composiciones así lo atestiguan entre ellas: Himno a Guerrero, Corazón de oro y Adiós.

 

En 1910, Porfirio Díaz visitó Chilpancingo y quedó gratamente impresionado al oír a Damián Vargas, obsequiándole con ese motivo una flauta con las iniciales de su nombre.

 

MDV
Margarito Damián Vargas (1873 - 1919)

 

Al triunfo de la Revolución de 1910, siendo nuevamente director de la banda del estado de Guerrero, en una de tantas serenatas tuvo la infortunada ocurrencia de tocar la marcha Félix Díaz, del maestro Velino M. Preza, precisamente cuando ese general se había levantado en armas en el estado de Veracruz en contra del gobierno de Madero, ocasionando el cese de todos los miembros de la orquesta. Eso sucedió en el mandato del licenciado José Inocente Lugo.

 

La banda pasó entonces a pertenecer a las fuerzas rurales del general Ambrosio Figueroa y a la caída de Madero quedó adscrita al 25 Cuerpo de Exploradores en Chilpancingo, siendo Margarito Damián Vargas director, con el grado de cabo segundo.

 

El 25 de febrero de 1914 se internó en el Hospital Militar de México por encontrarse enfermo. Cuando salió, el 18 de marzo siguiente, fue nombrado director de música del 17 Batallón, que estaba en Cuernavaca, donde no sólo se concretaba al trabajo de la banda, sino que organizaba grupos de señoritas o conjuntos musicales con jóvenes amigos, en este año compone el danzón “Eloisa”.

 

Su fama se extendió en la entidad: se le conocía como inspirado y fecundo compositor y magnífico director. El estado de ánimo agitado, y al mismo tiempo moderado y sereno, cobraba expresión en su bella música.

 

En Iguala compuso la danza “Alacranes y tamarindos”, “Los turistas”, “Picudeces” y “Mane”, en Cuernavaca compone la marcha “Cuernavaca”

 

Margarito Damián Vargas (1873 - 1919)
Margarito Damián Vargas (1873 - 1919)

 

Tiempo después fue director de la Banda de Supremos Poderes a la cual dedico una marcha, de la Brigada de Francisco L. Urquizo. Vivió en la indigencia en México; trabajaba en orquestas y hacía música para Melquiades Campos, director de la Banda del Estado Mayor de la Secretaría de Guerra. Varios guerrerenses acudieron en su ayuda. En este tiempo compuso: Sufrir, Dolor y Morir.

 

En 1918 bajo su situación económica trabajaba tocando con Agustín Ibarra originario de Olinalá, José Serrano de Chilapa y Francisco Ordoñez de Jojultla, Morelos. Formaban parte de la compañía Japonesa “Makako y Makabuchi” musicalizando sus espectáculos.

 

En sus últimos días el maestro pidió a uno de sus amigos que le prestara una guitarra en la cual interpreto su arreglo de la “Traviata” y sus valses “Dolor” y “Volví a la dicha” siendo esta la ultima vez que tocara.

 

Una seria infección intestinal y diabetes precipitaron su vida. Fue sepultado en el panteón municipal de Chilpancingo, el 16 de septiembre de 1919. Sus viejos amigos y compañeros de la banda tocaron durante el recorrido hacia el panteón la marcha fúnebre que el mismo compuso, todos los habitantes de la ciudad de Chilpancingo contribuyeron generosamente con dinero para sufragar los gastos de inhumación. Sus restos descansan en la Rotonda de los Hombres Ilustres, en su lapida podemos encontrar una lira sobre una cruz con la inscripción “Dejo el insigne artista una estela de gloria en el cielo de su patria…” Recuerdo de su familia y amigos.

 

Margarito Damián Vargas (1873 - 1919)
Margarito Damián Vargas (1873 - 1919)

 

Compuso 54 chotises, 24 valses, 6 marchas, 8 pasodobles, 7 polcas, 4 mazurcas, 3 one step, 2 fox-trot, 4 danzones, una gavota, Un himno, 8 danzas, 3 misas religiosas, una marcha fúnebre, un popurrí, 3 zarzuelas, un capricho melódico, una canción y cinco oberturas, dando un aproximado de 140 obras.

 

El doctor Alejandro Sánchez Castro reunió la mayoría de las obras musicales de Margarito Damián Vargas, que publicó en un álbum reeditado en 1979 por la Comisión Editorial Municipal que dirigía Pepe Jile en Acapulco.

 

1998 fue creada la Escuela estatal de Música “Margarito Damián Vargas”, con sede en Chilpancingo y actualmente en función, siendo gobernador del estado el licenciado Ángel Aguirre Rivero.

 

Federico Chopin y Margarito Damián Vargas

 

Un 22 de febrero, pero de 1810 nace el compositor polaco Federico Chopin, considerado uno de los autores y pianistas más destacados de la historia por su perdurable influencia en la música posterior, y en 1873 nace el mexicano Margarito Damián Vargas, prolífico compositor musical. Entre sus temas se encuentran “Acuérdate”, “Adiós Acapulco” y “Papeles rotos”. Realiza la música del himno al estado mexicano de Guerrero. Muere en 1919.

 

jalil@adncultura.org