Mucho corazón (y talento)
La Quebrada: Espacio de Arte, se ha convertido en un lugar que es sinónimo de un refugio para el ámbito cultural independiente de nuestro puerto, un sitio en el que Luis Arturo Aguirre nos recibe a todos con brazos abiertos y, sobre todo, como el sábado pasado, con mucho corazón y talento.
Llegamos puntuales, como el cartel nos anunciaba. 19:30 h, pero, uno ya sabe como es La banda, aunque casi siempre se termina compensando el retraso. Cosa que no debería ser. El retraso pues.
LCB se hace presente primero, con todo el desfile de músicos que cargan con sus instrumentos, cual si fueran soldados de alguna caballería que busca conquistar mundos no explorados. Las congas trepan con dificultad las escaleras, seguidas de las guitarras y los amplificadores. Seguido de ellos, llegan Los Luckas estrenando integrante, los cuatro, con el pragmatismo que les caracteriza. Se aparece Fiesco de lejos, que es host (hay que brillar pues), hablamos y el último amenizador de la noche llega con patineta en mano, el DJ Purple Vibes AKA El Huesca, para La banda.
LCB comienza con la fiesta, derrochando el sonido que hace amalgama con la diversidad de la agrupación, bailamos, cantamos, brincamos y amamos. Somos felices. Luego, llegan Los Luckas, y como decía Cerati, Habla el humo, nada el humo. Con ellos, primero cantamos, nos hacen llorar (poquito pues), y la atmósfera se convierte en otra, estamos sin estar, elevados todos en el mismo plano. Más baile, más amor, más alegría, más vida.
Media noche, casi, y es la hora de Purple Vibes, y con él termina la velada, una, que nos hizo bailar, cantar y ser felices.
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