Mito y legado de El Bosco
¿Quién fue El Bosco?
Desde tiempos inmemorables, el ser humano ha tratado de expresar a través de diversos medios como la música o la escultura su visión del mundo, pero sin lugar a dudas, la pintura es una de las expresiones más recurrentes para tratar de lograr lo anterior.
Como es común en artistas de los que se tiene muy poca información que nos permita conocer sobre su vida, más que su obra, se crean muchos mitos en torno a lo que pensaban, y a lo que querían expresar con dichos trabajos, para El Bosco, esta no es la excepción.
Su nombre era Jheronimus van Aken, se creé que su nacimiento es aproximado al año 1450 en los actuales países bajos, no se tiene referencia alguna de dónde vivieron sus padres cuando él nació, y tampoco es ciento por ciento refutable la fecha de su nacimiento, aunque los historiadores lo sitúan hacia 1450 no es posible confirmarlo debido a la falta de información.
La primera referencia documentada que existe de él, es una carta donde firma como testigo junto con su padre y sus hermanos a favor de su hermana en la venta de una hipoteca en el pueblo de Geffen el 5 de abril de 1474, se ha considerado que para entonces El Bosco no tendría aún la edad legal (24 años) para firmar un documento, es por eso que su padre asistió a su firma.
Para el año de 1463 se incendió el lugar donde él vivía y se estima que tendría alrededor de 13 o 14 años, muchos le atribuyen a éste suceso el que El Bosco pintó de la manera en que lo hacía, pues se cree que una especie de trauma lo persiguió después de haber observado aquel incendio.
Viniendo de una familia de artistas que abarcaba tres generaciones, Jheronimus aprendió el oficio desde temprana edad dedicándose, al igual que sus abuelos, padres y hermanos, a la pintura, haciendo obras en su mayoría por encargos.
Se sabe que El Bosco era una de las personas más ricas que vivían en su pueblo, gracias a documentos antiguos de tributos a la iglesia, en los que demuestran que él era uno de los que más altas contribuciones daban.
Se estima que murió en el año 1516 debido a una especie de cólera que afectó al lugar en el que vivió, ya que en un documento está constatada una misa de Requiem por mandato de la Orden de la Santa Cruz, a la cual él pertenecía, en honor a Jheronimus van Aken \"El Pintor\", datada del 9 de agosto de 1516, por lo que se cree que éste hace alusión a su funeral debido a la presencia de los sepultureros. Se estima que había fallecido entre dos o tres días antes de dicha celebración.
OBRA
El Bosco pintaba con una técnica llamada "A la prima", que consiste en terminar los cuadros cuando la pintura aún se encuentra fresca y no esperar a que ésta seque para continuar con el mismo, todas sus pinturas fueron realizadas sobre madera, además de hacer otros trabajos como el dorar cuernos de alce, o hacer trampantojos, que son pinturas en las paredes que simulan un espacio que no está ahí, aunque su principal trabajo se dedicaba a la pintura por encargos.
El carro de heno: una de sus obras más famosas, fechada entre 1512 y 1515 que consiste en un tríptico en el que en el panel de la derecha se puede interpretar como el mito de la creación, en la que en la parte superior de éste, se puede apreciar a Dios entregándole a Adán a Eva para poblar la Tierra, mientras nos desplazamos por el panel hacia abajo, podemos observar la representación de el Pecado cometido por Eva al aceptar la manzana que ofrecía la serpiente del árbol prohibido, y en la parte inferior de este panel se puede apreciar a Dios castigando a Adán y a Eva por el pecado cometido.
En el panel central, podemos observar en la parte superior la imagen de Jesucristo observando a el mundo que vive en completo frenesí y que toma partes del carro de heno, que podría representar el pecado, dándonos así el mensaje de que el hombre en el curso natural de su vida está destinado a cometer pecado. En el panel de la izquierda, se puede apreciar lo que bien podría ser el infierno, o el mismo lugar del plano anterior, ahora destrozado por las acciones del hombre, por el pecado, y atormentado por demonios que castigan a los pobladores de dicho lugar. Esto como representación de las consecuencias de lo que traería el pecado para la gente.
Mesa de los pecados capitales: fechada entre 1505 y 1510. Las dos filacterias situadas arriba y abajo del círculo central, con textos en latín extraídos del Deuteronomio (32, 28-29 y 32, 20), advierten de las consecuencias del pecado. La primera, entre los todos de la Muerte y el Juicio Final, dice así: Porque son un pueblo que no tiene ninguna comprensión ni visión / si fueran inteligentes entenderían esto y se prepararían para su fin. La segunda, entre el Infierno y la Gloria, reza: Yo esconderé mi rostro de ellos: y veré cuál será su fin.
La humanidad parece haber perdido la razón y se deja arrastrar por los Pecados Capitales, pero aún no está todo perdido. Cristo, representado en el anillo interior del gran círculo, vigila a los hombres, según indica la inscripción en latín que le acompaña: Cuidado, cuidado, Dios está mirando. Los tres textos que figuran en esta obra ponen en relación la omnipresencia de Dios, la libertad del hombre y las consecuencias del pecado.
El jardín de las delicias: la obra más famosa, compleja y enigmática de Jheronimus, y una de las que más se han estudiado en la historia y de las que más interpretaciones ha recibido, un tríptico cargado de simbolismos que datan de la época y que hoy día siguen siendo referentes para poder entender la obra de El Bosco.
Fechada entre 1490 y 1500, es una obra que asemeja al Carro de Heno en cuanto a composición, pues igualmente trata de contar la historia del destino de la humanidad si ésta sucumbe al pecado.
Constituye una obra que se puede observar de dos formas, el tríptico abierto o cerrado. Si se observa cerrado, esta pieza en madera nos muestra un mundo en tinieblas, en el que está representado los primeros días descritos en el Génesis, cuando el mundo estaba aún en desorden. Al abrirlo, es cuando se puede apreciar la parte más representativa de éste cuadro.
En el panel del lado izquierdo, se puede observar la carga de simbolismos que la iglesia tenía hacia la masculinidad y a la feminidad, poniendo a Adán a la derecha de Dios y a Eva a su izquierda siendo entregada a Adán por el Creador. Del lado derecho de Dios, podemos observar animales como elefantes, aves hermosas e incluso un unicornio, que representan el conocimiento, la inteligencia, la belleza y el lado puro de las cosas, mientras del lado izquierdo donde está Eva, se pueden observar animales de ponzoña, bichos y otros más que representan la negatividad y el libertinaje. En la parte central de éste primer panel, se puede observar una estructura del que emerge de un río (el río de la vida) que combina con el color de la vestimenta de Dios y que dicha estructura se puede entender como la fuente dadora de vida, en la que justo en el centro, está escondido un búho que para la época era la manera en la cual se representaba al Demonio en algunas pinturas.
En la parte central del tríptico, al igual que en El Carro de heno, se muestra a la humanidad en un total libertinaje, es el espacio que más atención atrae a la vista debido a su enorme cantidad de simbolismos y sobre todo por las criaturas que El Bosco aquí pintó. Podemos observar igualmente muchos frutos rojos que representan el deseo sexual y el amor entre las personas, así como a humanos totalmente negros en probable alusión a las personas provenientes de África. En la parte superior de éste panel se puede observar a la fuente de la vida representada de forma diferente al panel anterior, puesto que aquí se muestra desquebrajada en el centro de un lago en el que desembocan los cuatro ríos pilares de la civilización.
Con forme bajamos la mirada podemos observar también a personas en aparente acto sexual, incluso entre personas que aparentan ser del mismo sexo, e igualmente, ahora más grande y abrazado por un hombre, podemos ver al Demonio representado por un búho del lado izquierdo del panel central. En la esquina inferior de éste, podemos observar cómo ahora Adán quien está escondido en una cueva está claramente apuntando a Eva en tono acusador poniéndola como responsable de lo que podemos observar en este panel.
En el último panel se aprecia un mundo totalmente diferente al mostrado en los paneles anteriores, puesto que observamos un mundo obscuro y envuelto en llamas, en lo que podría representarse como el Infierno. Se puede apreciar muchos castigos relacionados con el juego de azar y con la música e instrumentos que antes de asociaban con el Diablo, principalmente la Gaita.
Sin duda uno de los detalles que más saltan a la vista en éste panel es al Hombre árbol que se puede observar en la parte del centro, pues éste representa una taberna en la cual él se ha convertido, cabe mencionar que según algunos historiadores, la cara de éste ser podría tratarse de una especie de auto retrato de Jheronimus. Se cree también que el pueblo que se aprecia en la parte trasera es una representación de lo que El Bosco observó cuando era joven.
El legado de El Bosco
Desde artistas como Salvador Dalí, Remedios Varo, Leonora Carrington e incluso Frida Kahlo, en quienes podemos observar una fuerte influencia de El Bosco en las formas abstractas y el concepto de criaturas fantásticas que mezclan partes entre animales y humanos. Michael Jackson y Deep Purple tomaron como influencia a El Jardín de las delicias para hacer portadas de algunos de sus álbumes y Metallica igualmente para el concepto de uno de sus videos musicales.
Es innegable que El Bosco, a pesar de la prácticamente nula información que se tiene de él, fue y seguirá siendo uno de los artistas que más influencian tanto a quienes se dedican al arte plástico como a los que no.
Actualmente parte de su obra se exhibe en El Museo Del Prado, en España.
Fuentes de información:
El Bosco. El Jardín de los sueños, documental, José Luis López Linares.
El Bosco. Antonio García Villarán.
El Jardín de las delicias 1. Antonio García Villarán
El Jardín de las delicias 2. Antonio García Villarán
El carro de heno. Museo Del Prado.
La mesa de los pecados capitales. Museo del Prado.
El Jardín de las delicias. Museo Del prado.
ivan@adncultura.org
Imágenes de la obra de El Bosco propiedad de El museo del Prado