Cinco maestros de Guadalajara que cambiaron la historia

Cinco maestros de Guadalajara que cambiaron la historia

Por decreto de fecha 03 de diciembre de 1917, el presidente Venustiano Carranza instauró la conmemoración del Día del Maestro en nuestro país, desde entonces, cada 15 de mayo se honra el trabajo de los educadores mexicanos y se reconoce la importancia de su profesión.

En reconocimiento de esta noble labor, hacemos una remembranza de aquellos tapatíos que destacaron en el ámbito educativo e hicieron grandes aportaciones en esa entidad.

 Aurelio Ortega

1848-1935

Destacado profesor que ejerció su profesión por 67 años sin interrupción. Desde joven fue un gran autodidacta y formalizó sus estudios en el Liceo de Varones de Guadalajara, lugar donde se tituló.  Gracias a su reconocida labor como Director de la Escuela Municipal No. 8 para niños y a su conocimiento en pedagogía, Ortega formó parte de un grupo de maestros enviados por el gobierno a Veracruz para estudiar el método para la enseñanza de la lectura y la escritura de Enrique C. Rébsamen. Así, Aurelio Ortega fue partícipe en la modernización del sistema educativo de Jalisco.

En 1911 fue director de la Escuela Normal de Profesores, y tres años más tarde, se convirtió en Secretario de Educación Pública, sin descuidar sus clases de metodología de la Escuela Normal. Aunque se jubiló en 1924, continuó prestando sus servicios como director de un Centro Nocturno para Obreros y de 1926 a 1929, en la Penitenciaría del Estado.

 Irene Robledo

1890-1988

Educadora y humanista nacida en la Perla Tapatía, quien estudió para ser maestra de la Normal Superior, enfermera, médico homeópata, médico cirujano dentista y trabajadora social, rompiendo con los estereotipos femeninos de inicios del siglo XX. A lo largo de su trayectoria, Robledo fomentó tanto la educación integral como la participación de la mujer en carreras que eran exclusivas para varones. Fue profesora en instituciones educativas jaliscienses como como en la Facultad de Comercio y Administración, Facultad de Economía, Escuela Preparatoria y Normal para Señoritas, Escuela y Preparatoria Normal Mixta, Facultad de Odontología y la Facultad de Trabajo Social; sin embargo, dedicaba tiempo a labores vocación altruistas como la alfabetización de obreros o brindar atención a los ancianos.

En 1972, el entonces presidente Luis Echeverría, le entregó el reconocimiento Honoris Causa, convirtiéndose en la primera mujer en obtener dicha distinción. Doce años después de su fallecimiento, sus restos se trasladaron a la Rotonda de los Jalisciense.

Fernando Banda Iturrios

1874-1959

Fue un médico reconocido a nivel internacional, fungió como rector de la Universidad de Guadalajara y uno de los fundadores de la Universidad Autónoma de Guadalajara.

El maestro realizó sus estudios universitarios y desempeño laboral en la capital jalisciense. En 1894 ingresó a la Escuela de Medicina y en 1900 obtuvo el título de médico cirujano. Tras terminar sus estudios universitarios y tener gran éxito profesional, continuó preparándose como médico en Europa y los Estados Unidos, y llegó a ser el único médico mexicano de la época que tuvo presencia en la Enciclopedia Británica. Supo compaginar su carrera con la enseñanza, y llegó a ser catedrático y director de la Escuela de Medicina entre los años de 1907 y 1918. Después de la reapertura de la Universidad de Guadalajara, Banda fungió como su rector de  febrero de 1926 a marzo de 1927.

El doctor Banda, quien era defensor de la libertad de cátedra, fue uno de los fundadores de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) y llegó a ocupar la rectoría desde 1936, hasta su muerte, en julio de 1959. 

Aurelia Guevara L.

1864-1956

Entrañable educadora que ejerció durante más 55 años de manera ininterrumpida. Comenzó en la enseñanza en 1880, cuando tenía sólo 16 años de edad y en 1894 se incorporó a la planta docente de la Escuela Completa para Niños de Guadalajara. 

En 1910, en marco de las celebraciones del Centenario de la Independencia, el  Gobierno del Estado de Jalisco reconoció a Guevara con y a otros colegas mentores de entre 20 y 30 años de servicios, por su arduo compromiso con la enseñanza y su gran valor en la comunidad. Guevara asumió la dirección en 1919 de la Escuela Superior para Niñas de Guadalajara, donde buscó recursos por parte del gobierno para impulsar la institución. 

Su gran compromiso y amor por su vocación era reconocido en la Perla Tapatía, y logró formar a muchas generaciones. Por ello, el Gobierno de Jalisco la honró con una segunda presea en una ceremonia organizada por el Centro de Acción Cívico Social el 15 de mayo de 1933. 

Roberto Mendiola Orta  

1899-1989

Fue un médico estudioso de la histopatología que transformó la educación médica tapatía. De 1918 a 1924 se matriculó en la Escuela de Medicina y posteriormente, en 1925, se convirtió en uno de los primeros catedráticos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Guadalajara. Además de tener a su cargo materias como patología general, anatomía patológica, necropsias clínicas, histología y patología oral, también impartía prehistoria y en la de artes plásticas la de cultura precolombina en la Facultad de Filosofía y Letras.

Se desempeñó como director de la Facultad de Medicina en dos etapas: de 1946 a 1947 y de 1955 a 1959. En su primer gestión, impulsó una reforma al plan de estudios para instaurar una educación basada en conocimientos práctico-científicos, que además, buscaba integrar el sentido de responsabilidad social a la investigación científica. 

En 1959 fue nombrado rector de la Universidad de Guadalajara, puesto que ejerció hasta 1965. Durante esos años, impulsó la creación del Hospital-Escuela y logró la instauración del complejo bio-médico de la Universidad de Guadalajara. Además, durante este periodo, se construyó la Nueva Facultad de Medicina, el edificio del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades.

Su compromiso por la docencia y su amplio conocimiento lo llevaron a publicar cuarenta y dos trabajos sobre patología y algunos otros sobre la enseñanza universitaria, historia general.