El teatro Juan Ruíz de Alarcón se llenó de historia, cultura y música el pasado sábado 15 de junio, durante el estreno en el puerto de Acapulco del largometraje “Cuilli & Macuilli, los hijos del jaguar”; después de 4 años y 5 meses de espera, al fin llegó a los ojos de su público.
La música también estuvo presente, gracias a la Orquesta Filarmónica de Acapulco bajo la dirección del Mtro. Eduardo Álvarez, su participación dio inicio al evento y consistió en el estreno mundial de la Suite Sinfónica “Los Hijos del Jaguar”; la interpretación de la melodía bien pudo haberse tomado por los asistentes como una advertencia de la montaña de emociones en la que pronto todos se sentirían inmersos, puesto que la composición de Marcos Lifshitz captura por completo la esencia del filme.
La película se desarrolla en diversos escenarios, primero en el municipio de Taxco, dónde viven los protagonistas de esta historia, Chano y su abuelo, interpretados por David Jiménez y Gerardo Martínez, respectivamente. Ellos se dedican a la fabricación y venta de figuras artesanales, viven en una pequeña choza en medio de la montaña dónde son el sustento de la familia. Un día, Chano logra vender un par de figuras de jaguar a una pareja de turistas que provienen de la CDMX, pero no solo se llevan su mercancía, sino que también se llevan la historia detrás de las figuras; la leyenda de Cuilli & Macuilli; además siembran en Chano la idea de vender sus figuras en la ciudad de México, puesto que ahí se venderían mejor debido a la escasa competencia. Al regresar a casa Chano convence a su abuelo y las desventuras comienzan.
La desvalorización de nuestra cultura es el tema principal del largometraje, en éste, vemos como todos los que tienen un acercamiento con la leyenda obtienen algún beneficio, pero desconocen o no reflexionan sobre el profundo significado que encierra; la apropiación y explotación de una cultura que no les pertenece les permite ascender, contrario a la vida de aquellos pueblos originarios, donde “los más puros fueron olvidados” como sentencia la película.
Además de contar con un fluido desarrollo, buenas actuaciones, diálogos certeros y un gran lenguaje visual, la película aprovecha muy bien la fotografía en los paisajes e incluso juega con diversas técnicas de animación que brindar mayor dramatismo al momento de la narración de la leyenda, volviendo la obra no solo un aporte cultural, sino un ambicioso y original trabajo que lleva orgullosamente toda la esencia guerrerense.
Cuilli & Macuilli, del director acapulqueño, Arturo Sánchez Del Villar, es un inteligente recorrido por la historia Guerrerense, desde sus puntos altos, mostrando la fortaleza de su gente y la propia leyenda de los hijos del jaguar; hasta sus puntos más bajos, como lo son la pobreza que nos acompaña desde siempre o el recordatorio pequeño pero conciso que llega directo a la mente después de la aparición del número 43; por medio de su cine, el director muestra lo mucho que conoce su tierra y lo orgulloso que se siente de ella.