Entrevista | Itia Dominguez

Entrevista | Itia Dominguez

 

Mezzosoprano y maestra de canto e integrante del Grupo de Solistas Ensamble del Instituto Nacional de Bellas Artes. Es egresada de la Escuela Superior de Música del INBA. Fue Becaria de El Coro de Cámara del CENART y Becaria de el Laboratorio de Investigación Musical. Entre sus maestros se encuentran Mariza Alemán (México), Mario Alberto Hernández (México), Martha Santibañez (Cuba), James Demster (Estados Unidos),Teresa Rodríguez (México), Claude Corbell (Canadá), Marioara Tifan (Alemania) y André Dos Santos (Brasil).

Esta es una entrevista que concedió para ADN Cultura, al termino de uno de los ensayos que realizó junto a la Orquesta Filarmónica de Acapulco (OFA), en diciembre del 2018.

- ¿En qué momento descubriste el canto en tu vida?

- Ah yo creo que desde que nací. Lo que pasa es que cuando yo era muy chiquita, mi mamá siempre me cantaba, entonces era algo que a mí me gustaba mucho escuchar y era algo que le gustaba repetir, entonces me decía a mí misma “Que bonito canta mi mamá, yo quiero cantar como ella ”, entonces me ponía a cantar con ella desde muy chiquita y en la escuela yo no ponía atención entonces, pensaban que yo tenía algún déficit de atención.

Fue entonces que me mandaron a analizar y les dijeron a mis papás: “Metan a la niña a la escuela de música”, la niña lo que tiene es que tiene que gastar toda esa necesidad que ella tiene, es eso y van a ver los resultados. Y si, efectivamente, cuando me metieron a la escuela de iniciación musical ya me hartaba y llegaba a la escuela y decía bueno vamos a ver. Fue entonces que así fue como el inicio de mi vocación. En ese entonces ya seguía en las escuelas de iniciación desde niña y para el día que iba decidir la profesión, ya estaba más para allá que para acá en la música.

- Y ¿En qué momento nace tu interés por la ópera?

- No, fíjate que bueno yo empecé mis inicios de estudios musicales en Cuba. En la escuela donde yo iba, era una escuela de edición musical en donde no era clásica del todo sino enseñaban al niño toda una gama de posibilidades musicales y a mí me gustaba mucho el Son Cubano, me gustaba mucho la Trova y mi mamá me cantaba a Silvio, y a Pablo, y Yolanda y todas esas canciones, me gustaba muchísimo.

Para cuando ya es el cambio de voz que todos tenemos, empiezo a estudiar la técnica clásica y me gustó mucho porque era algo que en verdad se me complicaba hacer o sea lo otro, era muy fácil así como que creció conmigo y con mi memoria, yo no me acuerdo un día de mi vida en que no haya estado yo cantando pero ópera, el canto ya con la técnica lírica, si fue para mí una sorpresa y era muy difícil o sea a mí me ponía mi maestro de canto, me ponía a vocalizar y ya le estábamos llegando a un fa, un sol y yo decía “No hombre, ¿A ti qué te pasa? eso nadie lo alcanza”.

Entonces, ver que de pronto se volvían retos, hacer crecer la extensión de la voz, todo eso fue algo que me gustó muchísimo y cuando logré entender cómo hacerlo, ahora el reto era hacerlo más rápido, tener estas florituras, hacerme listas, a que esta música se canta sin vibrar, a que está vibrando, entonces era un reto y bueno así fue como ya empecé a estudiar la carrera como cantante de ópera.

- Y sobre esta carrera podríamos hacer como un pequeño resumen.
- Bueno, yo empecé a estudiar ya la música formal desde que estaba en secundaria, porque la carrera, la tira de materias es muy larga, entonces me decía: No pienso en hacerla en 10 años, en lo que acabo ya me envejecí, entonces dije: “De una vez”. Entonces iba en la secundaria en la mañana y en la tarde iba en la escuela de música, así me eché lo que faltaba de la secundaria, la preparatoria me la eché así igual y para cuando ya terminé la preparatoria decidí irme a México, para esto ya me habían dado la oportunidad de debutar con algunas Orquestas con obras como el Réquiem, como la Misa de Coronación de Mozart -fue la primera misa que canté en mi vida-, el Gloria de Vivaldi, también fue otra obra y tenía yo alrededor de 17 años por ahí.

Después entré a la Escuela Superior de Música del INBA, también presenté en la nacional y en la superior. Me quedé en las dos, entonces a una iba en la mañana y a la otra en la noche, pero me dijeron que no era muy conveniente tener dos maestros de canto, porqué son técnicas diferentes de canto que te pueden enseñar, te puedes llegar a confundir. Entonces yo rapidito le pedí a mi mamá que me comprara una flauta y estudié tres semanas un curso muy intensivo para estudiar flauta en la Nacional de Música, entonces en la mañana iba a canto, en la tarde iba a la Nacional en Flauta, así estuve 3 años porque los dos instrumentos son demandantes más la flauta yo creo que del todo, o sea el canto es, no es que sea sencillo pero tienes una resistencia determinada o sea tú no puedes cantar más de cinco horas al día porque al otro día no repones, pero un instrumentista si, los instrumentistas estudian de siete a ocho horas al día, llegas a clase con tu maestro y te dice no estudiaste, porque no te sale ese pasaje, entonces era dedicarle tiempo que ya no tenía, o sea, al día ya no tenía más horas para estudiar.

Entonces, ya decidí quedarme solamente con canto, en eso el Fonca me ofrece una beca y estuve en la carrera cinco años, casi becada por el Fonca, parte de la beca era dar conciertos en diferentes lugares, en el CENART y otros lugares. Eso me ayudó a que saliera una oportunidad de irme a Bélgica, estuve en Bélgica dando conciertos dos meses, por ahí me fui a Francia a lugares pequeñitos, a Nancy (al norte del país), después estuve en Luxemburgo, también di algunos conciertos por allá y me ofrecen un trabajo, pero es que yo soy latinisima y no me acoplaba a esa vida, eso de que sea de noche a las tres de la tarde, no era lo mío y dije esta bonito, pero, como para venir por temporadas, pero no para vivir aquí. 

Regrese a México, por fortuna, gracias a la beca al apoyo de la escuela y que era la misma institución en la que ahora también trabajo que es el Instituto Nacional de Bellas Artes, me abren las puertas luego, luego que llego y me integro al grupo de solistas en el Instituto de Bellas Artes y ya entonces, a partir de eso he estado haciendo mi carrera, participando con varias orquestas del país. He entrado a otro tipo de proyectos como, te repito, la ópera fue si ha sido una parte muy importante de mi vocación pero no nací con la ópera, no, también tenía otra parte un poquito más popular que he sabido aprovechar y que cuando ha habido oportunidades, ya sea otro tipo de música la he hecho, he tenido un cuarteto de Jazz, he participado en shows muchísimo más comerciales, creo que todo complementa y todo es aprendizaje muy grande para ser un mejor cantante, creo que el buen cantante tiene el dominio de su voz y eso no significa nada más dominar un género musical, o sea, saber cómo hacer cosas de diferentes, a veces es bastante difícil, ahora mismo con el programa hay partes donde el programa, donde la música es música barroca, entonces no se vibra, se tiene un control determinado de la voz que en otro tipo de música compuesta en diferente música, ya se puede meter un poquito más de lirismo, tener ese control y saber cómo hacerlo creo que te hace mejor cantante.

Itia Dominguez en concierto del CRIT
Itia Dominguez en Concierto del CRIT. Foto: Miguel Benítez Ramírez

- Y por lo mismo ¿Qué significa para ti el canto?

- Que te digo, no hay más, a veces esto supera a todo y a todos hasta a veces a la familia, yo creo que el llegar a un nivel como músico, no nada más como cantante, si te requiere un sacrificio de vida, o sea, es una elección, tú escoges llevar una carrera en un alto nivel y sabes que todo lo demás lo vas a sacrificar y que va a haber dolores muy grandes, te puedes alejar de tu familia, de tus hijos incluso de tus parejas, de tus amigos, yo no he ido a una sola boda de mis amigas porque siempre he estado trabajando. Me he perdido momentos, inclusive de mi hijo muy importantes porque no he estado en la ciudad, pero si estas muy claro desde el principio que así va a ser, es un poquito más fácil de sobrellevar y enseñas a la gente que te acompaña en la vida que de pronto así es y el que si tienes la elección de decidir, oye no me importa bienvenido pero también este gente como la familia, yo intento como que involucrar a mi hijo en todo lo que pueda pero siempre hay un momento en que no se puede y este no deja de ser como que un poquito doloroso, pero es una elección, o sea, para mí el canto no es algo que, no es un sacrificio no estar con mi familia, no es un sacrificio viajar, es una elección que escogí que es el canto y la música sobrepasaba todas mis prioridades y estoy contenta.

- Y este ¿algún cantante que tu hayas admirado de la vida? Algún ejemplo aparte de tu mamá.

- ¡Uy! Es que ¡Ay!, “Mi mamá, es mi cantante favorita”. En la ópera hay muchísimos, muchísimos que como es obvio Pavarotti, el maestro Plácido, hay cantantes internacionales buenísimas como Alina Shakirova, como Ana Netrebko, que son gente que de verdad tienen una carrera muy sólida, muy admirable, pero también admiro a mucha gente porque en realidad, como te repito cada forma de cantar tiene como que sus cualidades muy específicas, o sea, yo no puedo, este minimizar un canto como el Cigala, que no tiene nada que ver, pero al ver cantar como él, a ver quién puede cantar como él, nadie, es un tipo especial, es un tipo espectacular que ni intentando mil vidas hacerlo como él. Uno podría porqué, porque interviene en muchas cosas no solo en una técnica o un modo de cantar sino el artista que hay adentro, de esa persona porque eso si a mí me queda muy claro o sea hay gente que puede tener todas sus notas en su lugar, que puede tener la voz puesta perfectamente pero ahí adentro no hay un artista y eso es lo que hace la diferencia.

- Y sobre esta misma tesitura, has comentado diversos estilos de canto, pero ¿cuál te falta en tu repertorio por interpretar? Qué digas, este estilo.

- Fíjate que afortunadamente no, como soy muy payasita de alguna u otra manera me las ingenio para hacerlo, pero si me falta algo que tengo muchísimas ganas de hacer que obvio me tengo que preparar, tengo que hacer un tiempo para eso y para yo misma propiciarme la oportunidad, me encantaría hacer doblaje, doblaje de películas y para niños, me encantaría como estas películas de Disney o de Pixar que cantan y además se hace todo el doblaje, es algo que tengo muchas ganas de hacer, no me he concentrado en eso porque hay que prepararse, yo también soy de la idea de eso, o sea no voy a llegar y “¡Ay!, gracias por la suerte que me tocó de estar aquí”, creo que es una responsabilidad muy grande. Hay que prepararse para eso, entonces de prontito ahí ya tenga yo un tiempito libre me voy a meter a mi curso de doblaje y a buscar ahora sí, pero sintiéndome preparada no sintiendo que no se ni que voy a hacer porque es, o sea he grabado, pero música y el doblaje es otro mundo donde también si eres un personaje la voz tiene que ir en tal lugar o sea es muy pegadito al canto pero si requiere una preparación que la tendré que hacer.

- Y algo más personal ¿Cuáles son tus sensaciones antes y después de un concierto?

Bueno, antes de un concierto hay algo dentro de ti, aunque tú domines la música aunque te hayas preparado mucho, una cierta preocupación, yo no llamaría nervios, porque el nervio es inseguridad y cuando tú sabes tus cosas, no hay que tener inseguridad, pero si te preocupa, te preocupa que todo te salga bien entonces, es como estar casi todo el tiempo bastante concentrada en lo que vas a hacer, a mí me cuesta mucho trabajo aquí en Acapulco, es que está tan bonito que yo ya me veo en la alberca poniéndome bronceador, pero no debe de ser entonces, ni modo se disciplina uno, te quedas en tu habitación, recorres otra vez lo que vienes a cantar, analizas cuales son los fallos del ensayo anterior que tú tuviste este ves la manera de mejorarlo si alguno no te satisface mucho ves cómo resolverlo en el siguiente ensayo entonces es todo un proceso y días como hoy que más tarde hay concierto, me voy igual a mi habitación, me concentro, pido de comer ahí, busco la manera de tener muchas ganas de ya salir porque si estoy afuera todo el día uno se cansa y llega así cansado al concierto se nota. Entonces guardo energía “ya me quiero salir, ya me quiero salir” para el momento en que yo me salga como los niños, salir súper energizada, concentrada y ya de ahí pasar al concierto y si las cosas salen bien, obviamente después de un concierto es muchísima, muchísima la satisfacción.

- Y por último ¿Cuál ha sido tu mejor recuerdo de tu carrera? O uno que sea muy significativo.

- ¡Ay! el día que canté con mi hijo, yo creo que fue así un momento demasiado especial y me contuve porque estaba ahí y yo decía es que si yo me subo y lo veo cantar ahí voy a llorar pero sabiendo eso me contuve como que bloqueé ese sentimiento y ya cuando me baje con él me subí al camerino y todo y no paré de llorar, pero ya hasta después , como que me llegó esta cosa de mando de “Bien hijo, lo hiciste muy bien”, no sé que como el ser expresiva con él y ya cuando estuve solita y digo “hay no que belleza” y ya fue cuando me solté y de hecho uno de los arreglos de este programa que voy a hacer aquí en Acapulco, es una canción que canto con mi hijo de una película, entonces a él siempre le gusta tanto que cuando empecé a mandar a arreglar a toda la música dije; Yo quiero mandar a hacer este arreglo, no se si ahorita pueda cantarlo conmigo pero algún día se dará y quiero tenerlo ahí y quiero tener esa oportunidad , es como verlo crecer en tres minutos enfrente de mí, esa es la sensación que yo tengo, y si, fue este momento sin lugar a dudas, y te estoy hablando que esto acaba de pasar hace dos años, o sea, desde que empecé a cantar a los diecisiete años hasta aquí, ha habido muchas experiencias muy bonitas, muy muy bonitas, la primera vez que vine a Acapulco por ejemplo con el maestro Álvarez, fue así de súper rápido y necesitan hacer un concierto para la Cruz Roja, este vine aquí y era como que todo nuevo, la Orquesta súper grande, todo padrísimo, o sea, son experiencias en verdad muy bonitas pero definitivamente no las puedes comparar con esas otras, aunque a lo mejor hayan sido un poco más chiquitas, aunque no hayas tenido esta orquesta y todo, pero es como un sentimiento ahí maternal que tengo, que nunca se me va a olvidar, nunca, nunca, de hecho el vídeo lo tengo en YouTube, no se si lo has visto, fue así un momento espectacular, yo creo que ha sido de las veces más, más, más significativas para mí.

miguel@adncultura.org