Hoy te llamas Flora…
Comentarios sobre El tábano canta en los hoteles de Francisco Trejo
Amorosos y eróticos; mordaces y exactos, así encontramos los epigramas que conforman el poemario El tábano canta en los hoteles del escritor Francisco Trejo (Ciudad de México, 1987).
Los epigramas son una forma poética, es decir, una de las tantas maneras de escribir un poema. Entre sus características más notables tenemos la brevedad, la intensidad y un giro de tuerca: eso que hace que los epigramas concluyan de manera sorpresiva, la resolución del poema en el último momento a todo camino por llegar a sus fines estéticos, asunto tan propio de la literatura.
Clásicamente este tipo de poemas se componen apenas de dos líneas, cada línea de una idea contraria que al juntarse componen esa revelación poética.
Preludio aclaratorio
Amar a la mujer del prójimo
no es un pecado, Señor,
es un placer. (p.13)
Históricamente los epigramas provienen de aquellas inscripciones funerarias que se escribían sobre lápidas griegas, de ahí su brevedad y concisión, había muy poco espacio para escribir. Más tarde con exponentes como el poeta romano Catulo, este “aire fúnebre” transcendió a uno “más literario, más artístico”, donde el poeta “canta” con intensidad el hecho amoroso, Catulo le escribe a Lesbia, hace unos ayeres Ernesto Cardenal a Claudia y ahorita, en este libro: Francisco Trejo a Flora, o mejor dicho, El tábano a la flor.
Los amores milenarios
Te repites, mujer,
en todas las edades,
como la ola en la playa
y el dolor ancestral
en cada pecho.
Te llamaste Helena
y yo Paris,
te llamaste Lesbia
y yo Catulo.
Hoy te llamas Flora…(p.14)
En el poema anterior encontramos este nombrar histórico del epigrama, el interés de Francisco Trejo por mantener comunicación con la tradición, su rastreo y reescritura, así, la mención de la pareja griega Helena-Paris, luego los latinos Lesbia-Catulo, y la sentencia “Hoy te llamas Flora” que se explica, por citar un ejemplo, con los versos «en este instante / que es todos los instantes / estoy viva» de Gloria Gervitz. Por su tono actual, en el Tábano canta en los hoteles el epigrama como género está vivo. Los personajes que lo habitan:
Flora (la mujer amada), el tábano (el amante, el sujeto lírico) y León (esposo de Flora y por tanto la fuerza en contra), un triángulo amoroso, el amor prohibido que en manos del escritor encuentra posibilidad; lo clandestino, los amantes se encuentran en hoteles; flora florece, el tábano canta, el león duerme.
Francisco Trejo se vale el tono del epigrama y hace esta historia por demás visitada «Amor cortés, Religio Amoris, Poesía eres tú, etc.» en una apuesta agridulce, donde la mordacidad y el humor –propios del género– la hacen divertida, sin hacer menos por supuesto, la escritura exacta, el empleo de una poética bien estudiada, cuidadosa de su forma. Así encontramos poemas como Semblanza del trío, uno de los momentos con mayor fuerza del poemario, paralelas la imágenes, las palabras que las sostienen se vuelven sensaciones, evocan lo erótico y amoroso; los temas del libro.
Semblanza del trío (fragmento)
Flora es agua y semilla,
-almendra en la boca-,
disparo y parvada,
-animal huyendo de sus 23 años-,
llanura y cumbre,
-eco en disidencia-,
lluvia y ola,
-caída en ascenso-,
frío y canícula,
-lengua en la punta de mi lengua-,
lobo y cierva,
-hambre de sí misma- (p.16)
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EL TÁBANO CANTA EN LOS HOTELES, se publicó en nuestro país en 2015 bajo la editorial Monte Carmelo.
FRANCISCO TREJO es ensayista, poeta e investigador mexicano. Licenciado en Creación literaria. Autor de los libros Rosaleda (2012), La cobija de Ares (2013), Epigramas inscritos en el corazón de los hoteles (2017), Canción de la tijera en el ovillo (2017), De cómo las aves pronuncian su dalia frente al cardo (2018), Balada con dientes para dormir a las muñecas (2018) y Derrotas. Conversaciones con cuatro poetas del exilio latinoamericano en México (2019). Merecedor del VIII Premio Nacional de Poesía Ignacio Manuel Altamirano 2012 –por El tábano canta en los hoteles–, el XIII Premio Internacional Bonaventuriano de Poesía 2017 y recientemente Premio Internacional de Poesía Paralelo Cero 2019 con la obra Penélope frente al reloj.
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