Taylor Swift – folklore_
- Aprovechando la cuarentena por la pandemia global del momento, Taylor se ha inspirado para crear una obra maestra que combina realidad y fantasía de manera melancólica pero esperanzadora.
A casi un año del lanzamiento de su álbum "Lover", y en el primer trimestre de este 2020, Taylor Swift anunciaba los planes de una modesta gira de conciertos para dicho material, pero debido a la pandemia global del Covid-19, al igual que prácticamente todos los artistas que tenían conciertos y presentaciones varias, ha tenido que cancelar todos los planes y estar en cuarentena. Sin embargo, lo que nadie se esperaba era que, al igual que su amiga Charli XCX, Taylor aprovecharía este tiempo para desarrollar su octavo álbum de estudio, ni mucho menos que, sin tener que lanzar pistas como usualmente lo ha hecho previo al anuncio de un disco suyo, en menos de 24 horas sorprendiera a todos con "folklore", uno de sus discos que más rápido ha desarrollado y en un tiempo bastante corto, y por si las sorpresas no eran suficientes, ha contado con la producción de, además de su incondicional Jack Antonoff, de Aaron Dessner de la banda The National, y con la colaboración de Bon Iver en una de las canciones que componen este material (lo más cercano que podíamos encontrarlo vinculado a alguna cantante pop femenina fue en 2011, cuando Birdy hizo aquel cóver de su tema"Skinny Love". Para "folklore", la artista ha decidido alejarse por completo del pop de sus últimas producciones, y finalmente hacernos caso a quienes nos dejó cautivados en 2011, cuando al final de la promoción de su álbum Country "Speak Now", se adentraba discretamente a terrenos indie-folk con "Safe & Sound", colaboración musical con The Civil War y que formaba parte de la banda sonora de la adaptación cinematográfica de la saga de libros "The Hunger Games".
Y ya hablando sobre "Speak Now", disco que fue influenciado por anécdotas de amistades y alguna que otra de ella misma, "folklore" retoma cierta parte de ello, pero llevando la inspiración a través de sueños y de historias -algunas verídicas, algunas ficticias-, creando una narrativa tan exquisita como intrínseca, ambientada en los años 20s, además de crear un "triángulo de amor adolescente" que se desarrolla en 3 de los 16 tracks que lo componen. "the 1" se centra en la nostalgia de mitos y de amores perdidos, haciendo la idea de cómo sería su vida con un antigua ex pareja sentimental; "cardigan", la primera de tres canciones del tríangulo anteriormente mencionado, es desde el punto de vista de "betty" -a quien conocemos más adelante desde el punto de vista del chico-, y narra una triste historia de un perdido amor juvenil, y en el que Swift reluce como nunca con una lírica tan compleja y madura, algo que dejaba asomar desde la era "Red" y que no pensábamos que lo retomaría y evolucionaría (la forma en la que describe a inexperiencia de la vida en la juventud y la alusión a Peter Pan son de lo más sorprendentes). "august", la segunda parte, narra desde la perspectiva de la chica a la que "le pusieron el cuerno" con la Betty en cuestión, y que cuenta con una exquisitez sonora en la parte final; "betty", la tercera y última parte, narra desde la perspectiva de James, la persona en discordia en la dichosa trilogía amorosa -y persona porque, algunos fans perspicaces, han notado que los nombres que menciona en estas canciones, hacen referencia a los nombres de las hijas de Blake Lively y Ryan Reynolds (recordemos que son íntimos amigos de Swift), por lo que más bien podría denotar que es un triángulo amoroso lésbico.
"The last great american dynasty" -inclusive los títulos de la mayoría de las canciones son una verdadera joya que seguramente están haciendo morirse del coraje a Lana Del Rey en estos momentos- encuentra su inspiración en la mansión adquirida por la cantante en Rhode Island, la cual era propiedad de Rebekah Harkness, una reconocida filántropa estadounidense y con la cual Taylor ha encontrado ciertas similitudes narradas en esta melodía, pero sin duda uno de los tantos momentos estelares del disco lo encontramos en "exile", su única colaboración -la de Bon Iver-, una dramática historia de un romance en declive y en el que ambos describen el desamor desde sus respectivas perspectivas. "my tears ricochet" (insisto, qué títulos, Dios mío), producida por Antonoff, y tal y como ha sido su sello característico en toda su carrera, contiene algunos "easter eggs" que hace pensar que la narrativa es de la "muerte de la vieja Taylor", la que se murió en "Look What You Made Me Do" de la era "reputation.", mientras que en "mirrorball" habla metafóricamente de ser una bola disco -las que tienen espejos-, reflejando sus múltiples personalidades en ella, entreteniendo por fuera por desquebrajándose por dentro; lo más interesante lo encontramos en la última parte del disco, que bien podría ser una narrativa de su vida personal: "invisible string" habla de sus relaciones fallidas del pasado y la madurez que ha logrado gracias a ello, hasta haber encontrado al amor de su vida, mientras que "mad woman" podría ser la "hermana indie-folk" de "Look What You Made Me Do", que pareciera ir con dedicatoria a Scooter Braun sin necesidad de ser mencionado directamente. "epiphany" de acuerdo a Taylor, está inspirada en su abuelo que fue militar en la década de los 40s, aunque también podría interpretarse como un tributo a los médicos que están en la lucha contra el Covid-19, pero sin duda "peace" llama la atención por su letra, donde parece anunciar que está lista para formalizar una familia con su actual pareja ("Give you my wild, give you a child"), y para cerrar, un "hoax" que más bien podría ser la segunda parte de la desgarradora "exile", en la perspectiva de ella que ha quedado agotada física y emocionalmente tras el término de esa relación tóxica.
Tenía que ocurrir una pandemia global para que Taylor Swift finalmente nos complaciera a los que nos habíamos quedado con ganas de más de ese sonido de "Safe & Sound" así como de la continuación de la era "Red" -antes de que incursionara en su totalidad con el pop-. "folklore" es su momento cúspide como artista en toda la extensión, con una lírica tan compleja pero exquisita, madura y que nos deja con muchas historias por contar, por escuchar una y otra vez para ir desmenuzando los hilos y cabos que van quedando en la primera escucha, interpretar de diversas maneras las melodías, literalmente jugando con nuestros sentimientos, en un nostálgico pero esperanzador viaje a un pasado tan lleno de incertidumbre como el que estamos viviendo en estos momentos, mezclando fantasía literaria, historias reales y ficticias, en una narrativa tan inquietante que solamente alguien como Taylor lograría desarrollar de una manera tan sorprendente, que sin duda el apoyo de Antonoff y de Dessner han hecho que la artista haya creado de manera rápida e inesperada, la obra maestra de su vida artística.
Calificación: 10 / 10.