La literatura es un caballo salvaje que levanta sus patas traseras para propinar un golpe y el escritor es atrevido jinete que le coloca las bridas al animal. En la novela Fisuras en el Continente Literario (2006), Federico demuestra que sabe cómo sujetar a la literatura y llevarla por los caminos que desea.
Federico maneja una prosa amable con el lector y un ritmo fluido (mismo que se aprecia en otras obras como Carácter, Cinco Maneras de Incendiarse y Bajo el Cielo de Ak-pulco), pero con un tono jocoso; la novela se siente como una algarabía hilada con palabras.
En un principio, la historia transcurre en un sentido realista y crudo. Nos presenta a una madre que acude a la PGR a denunciar la muerte de su hijo, pero la obsolencia burocrática, la inculpa del crimen en lugar de ayudarla. Además, narra el secuestro de Octavio Paz por el comandante Ojeda, que necesita la ayuda del escritor para terminar su novela, misma que Paz le da baje. Por esa acción, su obra fue prohibida durante un tiempo.
Vite tiene una habilidad para escribir que logra desgarrar el continente que había creado para darle paso a lo absurdo, borrando las líneas que separan la ficción y la realidad. Narra una barahúnda de gatos frente a las oficinas de la PGR y un fantasma que le dice a una periodista qué escribir para sus notas.
La historia es totalmente lúdica, o en palabras de Federico, es una novela coqueta. Es agradable explorar otra cara de Federico (distinta a la melancólica que se ve en Carácter) y que es prueba ineludible de que la literatura se puede colocar al derecho,al revés o de cabeza, de acuerdo a la voluntad del creador.
Federico Vite estuvó presente el viernes 19 de julio en la Librería Educal con una lectura de obra denominada "Lectura a la talla", dun evento de ADN Cultura, y para ver parte del charla Dar Clic Aquí.