La pintura es una de las manifestaciones artísticas más antiguas, ha marcado desde siempre la historia de la humanidad; es la evidencia más palpable de que el arte nos conecta. Y lo ha logrado más allá de las fronteras, del lenguaje, y trascendiendo épocas.
“Así como ha avanzado la tecnología ha avanzado la historia” expresa el pintor neoleonés Ricardo Pollman, minutos antes de inaugurar su exposición “Escuchar la pintura y ver la música”, donde a través de una gala pictórica genera el diálogo entre la música y la historia.
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Pollman nos hace reflexionar sobre la época en la que vivimos, del privilegio de acceder a la tecnología que nos permite transitar con una mirada al pasado. Proponiendo el uso del celular en una dinámica de interacción con su obra.

Desde la galería de arte Rocío Castelo en Trébol Park, el pintor y evidente melómano exhibe una serie de cuadros protagonizados por rostros de personajes históricos que han moldeado nuestra manera de ver la realidad, complementados con música, música clásica; no como atmósfera de fondo, sino como atributo catalizador de su proceso creativo, definiendo así su estilo como creador.
La música en la pintura nos invita a la exploración de nuestros sentidos; siendo el acompañamiento sonoro un facilitador para acercar estas expresiones artísticas a nuevos públicos.