Me llamo Nojoom, tengo diez años y quiero el divorcio
Según estimaciones de Plan Internacional, cada dos segundos, una niña es obligada a contraer
matrimonio en algún lugar del mundo.
El matrimonio infantil es una práctica que obstaculiza el desarrollo de las personas e impide su
libertad y siguiendo la tendencia actual, es altamente probable que para 2020, cerca de 140
millones de niñas sean forzadas a casarse a edad temprana.
Pobreza, desigualdad y desprotección son factores clave en un entramado complejo que da
lugar a esta situación que afecta la infancia. ¿Cuáles son las consecuencias del matrimonio
infantil? Algunas más visibles que otros, las huellas que esta práctica deja física, emocional y
psicológicamente son devastadoras.
Se trata de un problema más común de lo que creemos en distintas regiones del mundo; sin
embargo, es indudable que en Medio Oriente se ha incrementado a puntos alarmantes.
Me llamo Nojoom, tengo diez años y quiero el divorcio de Khadija al-Salami, aborda este asunto
abriendo la puerta al contexto que hace posible que esto ocurra y de qué manera afecta a las
niñas. Basándose en su propia experiencia y en el caso de Nujood Ali, quien en 2008, logró
diluir su matrimonio arreglado en una coartada legal que resultó ser paradigmática para la
justicia de Yemen.
Esta niña de tan solo 10 años, junto a su abogada Shada, llevó a los tribunales su caso,
obteniendo el divorcio, lo que le permitió retomar sus estudios; fue la inspiración para la
directora Khadija al-Salami, quien en su niñez también fue obligada a casarse.
La historia cobra vida en la pantalla a través de la mirada de Nojoom (Reham Mohammed),
quien acude a los juzgados de la ciudad, pidiéndole al juez (Adnan Alkhader) que la divorcie.
Nunca se había presentado un caso en el que se exigiera la disolución del contrato social en
Yemen por el cual las niñas pueden estar sujetas al matrimonio legal. Apoyada en flashbacks, la
película hace una denuncia fundamental para las y los niños de su país, y fue rodada en
distintos barrios yemeníes de manera clandestina.
La Cátedra Bergman, en colaboración con la Cátedra Nelson Mandela en Derechos Humanos
en las Artes de la UNAM y el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la misma universidad,
proyectará esta cinta dentro del Ciclo de cine debate: Una mirada a la equidad y la violencia
de género en el cine que desde hace algunos meses se ha encargado de tejer conversaciones
en torno a diversos temas asociados a la igualdad de género, la violencia estructural y el
respeto de los derechos humanos.
25 de septiembre | 17:00 h |Aula Reforma Política, Instituto de Investigaciones Jurídicas | Entrada Libre