BLUES CASTELLANO
Antonio Gamoneda es un poeta atípico ya que sus versos alcanzan una rara intensidad expresiva al servicio de un pesimismo esencial, su poesía es una consideración sobre la muerte.
En 1982 se publicó Blues castellano. Escritos en la primera mitad de los sesenta, los paró primero la censura y luego el propio Gamoneda. Presentado a censura en 1968, debían suprimirse demasiados poemas, lo que hizo que quedara entonces sin editarse.
Se publicaron en 1982 y fueron revisados para la edición de su poesía completa (Esta Luz) en 2004.
Blues castellano es una obertura al dolor, el tiempo, la creación poética y la tristeza expresados a través de un lenguaje que es ritmo cordial y respiración desolada. Es un relato doloroso sobre el modelo del blues y de una poderosa intensidad. En este libro se cultiva la poesía social, la poesía de protesta por la miseria del hombre, por la miseria del mundo.
Por sus anticipaciones y por lo directo de su lenguaje, quizá sea esta la mejor puerta de entrada en el complejo mundo poético de Gamoneda.
Porque en este libro la poesía no es oscura sino que es el resultado de una realidad oscura, los poemas de Blues castellano nacen de una sensibilidad conmovida para el lector con su canción oscura y triste.
El mismo poeta ha explicado que aquí buscó la armonización de intereses éticos y sociales con los poéticos y el resultado fueron estos textos, una canción sencilla enraizada en una certeza básica: que los hombres mueren y no son felices.
Gamoneda ha obtenido los premios: Premio Castilla y León de las Letras (1985), el institucional, Premio Nacional de Poesía por Edad (1988), así como los premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y Cervantes (2006)
Lo que ofrece es una palabra luminosa, iluminada, la que de quien ha contemplado lo que se ofrece a la vista y lo que el decir poético saca a la luz.
En Gamoneda, pues, muerte y memoria, presente del futuro y pasado, son el lugar desde el que se habla, de ahí que en sus poemas prolifere lo perdido, lo ya ido que permanece vivo. Te compartimos una breve muestra poética del libro Blues Castellano, del escritor Antonio Gamoneda:
BLUES DEL NACIMIENTO
Nació mi hija con el rostro ensangrentado
y no me la dejaron ver despacio.
Nació mi hija con el rostro ensangrentado
pero me la quitaron de las manos.
Mi hija ya va a hacer tres años
y habla conmigo y ve mi rostro.
Mi hija ya va a hacer tres años
y canta y piensa pero ve mi rostro.
Yo ahora ya no me pregunto
por qué se ama a un rostro ensangrentado.
* * * * * *
BLUES PARA CRISTIANOS
Antes algunos hombres se sentaban a fumar
y a mirar la tierra despacio.
Antes muchos hombres se sentaban a fumar
y poco a poco comprendían la tierra.
Ahora no se puede fumar cuando viene la noche.
Ahora ya no queda tabaco ni esperanza.
Ya han debido de pasar el cielo y la tierra
y todas las casas están vacías.
Han debido de pasar el cielo y la tierra
porque todas las casas están vacías.
La madre ya no quiere volver a sus cazuelas.
Aquí toda la gente está muy triste.
Ahora vendrá Dios con su madero.
Dicen que viene Jesucristo con su madero.
Bien, que venga con su madero.
Cuando venga Jesucristo con su madero,
vamos a verle la chaqueta vieja.
Cuando venga Jesucristo a vivir con nosotros,
habrá que verle el corazón cansado.
Aquí ya no hay otra majestad que el dolor.
Sí, buen amigo, ya no hay más en la tierra.
* * * * * * *
BLUES DEL CEMENTERIO
Conozco un pueblo -no lo olvidaré-
que tiene un cementerio demasiado grande.
Hay en mi tierra un pueblo sin ventura
porque el cementerio es demasiado grande.
Sólo hay cuarenta almas en el pueblo.
No sé para qué tanto cementerio.
Cierto año la gente empezó a irse
y en muchas casas no quedaba nadie.
El año que la gente empezó a irse
en muchas casas no quedaba nadie.
Se llevaban los hijos y las camas.
Tenían que matar los animales.
El cementerio ya no tiene puertas
y allí entran y salen las gallinas.
El cementerio ya no tiene puertas
y salen al camino las ortigas.
Parece que saliera el cementerio
a los huertos y a las calles vacías.
Conozco un pueblo. No lo olvidaré.
Ay, en mi tierra sin ventura,
no olvidaré a mi pueblo.
¡Qué mala cosa es haber hecho
un cementerio demasiado grande!
* * * * * * *
BLUES DEL AMO
Va a hacer diecinueve años
que trabajo para un amo.
Hace diecinueve años que me da la comida
y todavía no he visto su rostro.
No he visto al am en diecinueve años
pero todos los días yo me miro a mí mismo
y ya voy sabiendo poco a poco
cómo es el rostro de mi amo.
Va a hacer diecinueve años
que salgo de mi casa y hace frío
y luego entro en la suya y me pone una luz
amarilla encima de la cabeza
y todo el día escribo dieciséis
y mil y dos y y no puedo más
y luego salgo al aire y es de noche
y vuelvo a casa y no puedo vivir.
Cuando vea a mi amo le preguntaré
lo que son mil y dieciséis
y por qué me pone una luz encima de la cabeza.
Cuando esté un día delante de mi amo,
veré su rostro, miraré en su rostro
hasta borrarlo de él y de mí mismo.
* * * * * * *
BLUES DE LA CASA
En mi casa están vacías las paredes
y yo sufro mirando la cal fría.
Mi casa tiene puertas y ventanas:
no puedo soportar tanto agujero.
Aquí vive mi madre con sus lentes.
Aquí está mi mujer con sus cabellos.
Aquí viven mis hijas con sus ojos.
¿Por qué sufro mirando las paredes?
El mundo es grande. Dentro de una casa
no cabrá nunca. El mundo es grande.
Dentro de una casa -el mundo es grande-
no es bueno que haya tanto sufrimiento.
* * * * * * *
BLUES DEL MOSTRADOR
Llegó con el papel entre las manos
y me miró con sus ojos cansados.
Llegó con el papel y con sus manos
y yo sentí tu mirada en mi vida.
Cuando venga otro día con sus manos
y su papel a mirarme en silencio,
espero comprender por qué me mira,
por qué es viejo y es grande y por qué pesan
en mi corazón unos ojos cansados.
* * * * * * *
Blues de las preguntas
Hace tiempo que estoy entristecido
porque mis palabras no entran en tu corazón.
Muchos días estoy entristecido
porque tu silencio entra a mi corazón.
Hay veces que estoy triste a tu lado
porque tú sólo me amas con amor.
Muchos días estoy triste a tu lado
porque tú no me amas con amistad.
Todos los hombres aman mucho la libertad.
¿Sabes tú lo que es vivir ante una puerta cerrada?
Yo amo la libertad y te amo a ti.
¿Sabes tú lo que es vivir ante un rostro cerrado?
* * * * * * *
BLUES DE LA ESCALERA
Por la escalera sube una mujer
con un caldero lleno de penas.
Por la escalera sube la mujer
con el caldero de las penas.
Encontré a una mujer en la escalera
y ella bajó sus ojos ante mí.
Encontré la mujer con el caldero.
Ya nunca tendré paz en la escalera.
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Gamoneda, A., (2004), Esta luz, Poesía Reunida (1947 - 2004), Barcelona, España: Círculo de lectores.
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