Sobre las cosas que nos hicieron
“Lo que voy a hacer es dejarte este texto
por si alguien te pregunta aciertes a responder
que nos amamos en un cuento”.
José de la Grana
De nuestro amor,
no puedo decir mucho;
más allá de aquellas
cosas que nos hicieron amarnos.
Primero, los dieciséis años,
el brillo en la mirada,
aquel sofá en esa plaza
donde nos dimos nuestro
primer beso y se detuvo el tiempo,
al menos para mí.
Segundo, los infinitos atardeceres,
el besarnos hasta que nos ardían los labios,
el pasar de las nubes, lo rosáceo del cielo,
las miradas y risas interminables,
la calidez de la arena en nuestra piel.
Tercero, las grandes lluvias,
el correr, saltar, cubrirnos para
no mojarnos. Las palabras gentiles
con los extraños. Las grandes caminatas
que poco a poco dejarían de serlo.
Cuarto, las miradas nerviosas,
los besos en el cine, ese rostro
firme y decidido a no soltarme.
Las esperas en tu puerta,
la mar de noche.
Quinto, nuestras cartas,
la promesa del amor eterno,
la dicha de las rosas y lo rosado
de nuestras mejillas.
Sexto, la eterna blancura de tus zapatos,
la infinidad de tus lunares, mucho más
bastos que los míos y los de cualquier
galaxia.
Séptimo, la cercanía de nuestros hogares,
los encuentros accidentales cada mañana,
el volver a casa siempre juntos.
Octavo, la pureza,
de aquella, nuestra vida.
Nuestra compañía.
Alfonso Abonza