Play Select | Kesha – High Road
- Kesha retoma las letras ingeniosas e irreverentes de sus inicios y las incorpora a su elemento de madurez de su actualidad.
Tras el buen recibimiento de su disco Rainbow (2017), Kesha Rose Sebert presenta High Road, su cuarto álbum de estudio y el segundo tras su prolongada batalla legal contra el productor y compositor Dr. Luke -sin embargo, y debido a ello, todavía ha tenido que lanzar este material bajo el sello discográfico de él, Kemosabe Records-, contado con la producción de la propia Kesha junto a Ryan Lewis, Wrabel, Jeff Bhasker, así como con su madre Pebe Sebert.
El disco da inicio con Tonight, un corte inspirado en sus fans incondicionales que la han acompañado en las buenas y en las malas, retomando su estilo de chica fiestera de sus inicios, lista para disfrutar de la noche y de pasar un muy buen rato y cuyos sonidos recuerdan a la era de su debut Animal. My Own Dance refleja las propias expectativas de la artista sobre el regresar al estilo pop que tanto la caracterizaba antes, siendo acompañada por Dan Reynolds de la ahora extinta agrupación Imagine Dragons como co-escritor, mientras que en Raising Hell, el primer single, se hace acompañar de Big Freedia, y es un corte tan liberador como la propia Kesha y en donde saca a relucir su lado más divertido.
Shadow es un baladón que alguien como ella podría hacer, y en el que se expresa libremente y que seguirá haciendo lo que más le apasiona hacer sin importarle lo que opinen los demás, mientras que Honey es un throwing shade a una ex amistad que terminó traicionándola (aunque de paso nos deja con la duda en saber a quién va dirigida esa canción). Cowboy Blues que a pesar de que es un tema acústico a base de guitarra, cuenta con un interesante cambio en su pre-coro y estribillo y en donde Kesha se lamenta por un amorío que no llegó a consumirse, mientras que el estilo Country de Chasing Thunder o Resentment, colaboración con Wrabel -compositor y productor de la mayoría de los temas de este álbum-, y las leyendas musicales Brian Wilson y Sturgill Simpson -no en vano es uno de los cortes favoritos de la artista-, sorprenden por sus habilidades en el estilo Country -ojalá que en un futuro no muy lejano se anime a presentar un disco 100% Country-. Kinky con todo y sus influencias synth-pop ochenteras cuenta con una colaboración con la Ke$ha (Hannah Montana says hi), mientras que Potato Song (Cuz I Want To) es quizás su canción más delirante en mucho tiempo... BFF es una bonita y sincera declaración de amistad entre Kesha y Wrabel, mientras que Father Daugher Dance es el corte más personal de toda su carrera, en donde reflexiona cómo ha sido su vida tras haber crecido sin conocer a su padre -quien se sienta identificado con este tema seguramente rodará un par de lágrimas-.
High Road es un álbum que combina ambos mundos de Kesha, la irreverente y divertida de sus inicios, y la madura de la actualidad, denotando un material que abarca su libertad artística y personal tras una lucha constante por liberarse de ataduras y de un conflicto legal ya por todos conocido.
Calificación: 4 / 5.
Fotos Billboard