Hugo Zúñiga
Un personaje el vida cultural de Acapulco
Ya preparados con maleta de alberca partimos al célebre hotel Los Flamingos ubicado en los acantilados del Fraccionamiento Las Playas, con sus distintivos colores, blanco y rosa, tal como el otro hotel famoso de Acapulco, Las Brisas.
Llegamos y las niñas con el torrente de preguntas, quién es ese, al ver la foto de Johnny Weissmuller, Tarzán, para después, papá me compras un mono como el de él. Caminamos por donde las señales indican el camino para la alberca, previo a caminar, una foto con el mural de la artista Ana Barreto, que mis hijas aprecian. Con un consumo mínimo, uno puede hacer uso de la alberca, así como la disfrutó el rey de la selva.
Elisa la más pequeña aún no sabe nadar y olvidamos su “flotis”, así que se tomó el acuerdo de irnos a una playa y regresar al siguiente día. Al regreso al lobby nos dimos espacio para ver las fotos de los artistas que han visitado el Flamingos. Al fondo del pasillo vi la silueta de un hombre vestido de negro y con sombrero, a medida que nos acercamos me percate que era el pintor Hugo Zúñiga.
A unos metros de él levante la mano de manera de saludo al cual el maestro respondió, y Camila preguntó, ¿quién es él?, a lo que respondí, el maestro Zúñiga. Mi respuesta a mi hija, hizo la chispa, al saberse conocido el maestro nos sonrió y se dio la puerta para entablar una gustosa conversación que hizo que se levantara del sofá. Parte de la conversación se dio caminado hacía su estudio-habitación.
Le mostró a las niñas una muñeca que compró en Madrid, Le comenté que se realizó un encuentro con el pintor Antonio Tabares, quien hizo referencia del él y quien vive en El Carrizal, y de ahí nos comentó de su casa en Coyuca y su saber de los viajes del Galeón de Manila y su viaje a Filipinas, el maestro Zúñiga cuidaba el diálogo, en ocasiones se refería a mí como el artista plástico y en ocasiones a las niñas como el abuelito cuenta historias. E hizo mención de una exposición que prepara en homenaje al Arq. Francisco Adolfo Santiago Benítez “Fito”, con más de ochenta obras que se expondrán en un espacio del hotel Los Flamingos. El maestro Zúñiga está terminado un mural con conchas del mar, donde dos sirenas están como personajes principales, y comentó que anda en búsqueda de dos rostros femeninos acapulqueños para terminar la obra. Le comenté que en otro día nos diera una entrevista para ADN Cultura, y traer un crew para hacerlo con más detalle, pero decidí hacer este breve texto, que pudiera ser una antesala a una producción de más contenido y con más equipo de registro.
Entró en un recuerdo recurrente y nostálgico, Fito, que mencionaba en cualquier oportunidad, de las ideas que tenían en poner obras en las habitaciones por ejemplo. Y otro tema fue su queja: no hay espacios para apoyar a fotógrafos, pintores, músicos y demás artistas para que expongan sus obras. Nos recalcó que solo el Museo del Fuerte de San Diego, es el único, los demás son galerías con pocas actividades y proyección.
Nos despedimos del maestro Zúñiga y nos pidió que esperáramos unos minutos, ya que nos regalaría dos de sus obras que carga en su famoso portafolio. Le dio uno a las niñas y otro que me dio la oportunidad de elegir entre cuatro. Ambas obras ya están colocadas en la pared de la casa.
Al escribir este texto, recordé que hace más de quince años lo conocí en un aniversario del hotel Villavera, donde el maestro develo dos retratos y uno de ellos del gerente (que no vi el caso) y para refrescar mi memoria “gugleé” su nombre y lo que aparece principalmente es que recibió una escuadra 45 con chapa de oro como un regalo extra que le dio el Chapo Guzmán, es decir el maestro Hugo Zúñiga es todo un personaje.