Un Siglo de Fotografía en Guerrero

Familia de fotógrafos que iniciaron su labor en el último cuarto del Siglo XIX, en Chilapa. El fundador de la tradición familiar fue Protasio Salmerón, quien realizó foto de gabinete y documental. Destacan las estampas del Centenario en Chilapa, del gobernador Damián Flores y los efectos del terremoto de 1906.

Además de su temprana y valiosa obra fotográfica, que implica un inestimable legado a la población del estado, don Protasio fue quien, con su ejemplo, estimuló a la familia Salmerón a dedicarse a esta profesión, cuya trayectoria ya se prolonga más de un siglo, a través del trabajo de cuatro generaciones, lo cual es un peculiar caso dentro de la fotografía mexicana.

Su hijo, Amando Salmerón Moctezuma, ha sido el fotógrafo más ilustre de dicha dinastía. La obra la inicia en los albores de la Revolución de 1910, y las fotos más importantes, en términos documentales, son las que se tomaron alrededor de las masas y caudillos del movimiento armado, así como sobre las secuelas políticas y sociales que éste provocó.

Después, hizo un registro gráfico de la consolidación institucional del movimiento social, tarea que continuó como fotógrafo oficial del Gobierno guerrerense en las administraciones del general Alberto F. Berber y Gabriel R. Guevara. A la par del trabajo documental, realizó retratos de gabinete y en espacios abiertos, notables por su calidad técnica y estética.

Su trabajo fue rubricado con mención honorífica en la Feria Iberoamericana de Sevilla (1929–1930), con la foto denominada “El indigente”. Murió en 1951, legándonos un fondo documental que constituye parte medular de la memoria gráfica del contemporáneo devenir guerrerense.

José María Salmerón, hermano de Amando, también se inició en la fotografía en su natal Chilapa. Es célebre su foto de las cinco generaciones, que resultó premiada en un certamen sobre fertilidad materna convocado por un diario vespertino de la capital del país.

Amando Salmerón Jr. continuó la trayectoria desde Chilapa, siendo también fotógrafo oficial del Gobierno guerrerense. Fue corresponsal de varios diarios de circulación nacional: La Prensa, Excélsior, El Universal. Junto con Humberto Ochoa Campos, fundó en Chilpancingo el semanario El Güero Sol. Posteriormente, abandonó Chilpancingo y se instaló en el D. F.

Eliseo Salmerón Hernández desarrolló labor itinerante;  desde Chilapa se trasladó a Tierra Colorada, Teloloapan, y Olinalá, para terminar su trabajo en Iguala, desde donde pudo cubrir gráficamente las polémicas excavaciones en Ixcateopan, en 1949.

Jesús Salmerón Hernández, de Chilapa, emigró a Chilpancingo, donde vivió muchos años. Su trabajo más emotivo es la cobertura gráfica del movimiento social de 1960 en la capital del estado. La publicación de las dramáticas imágenes de la represión gubernamental, en el diario Excélsior, contribuyeron a la caída del gobernador en turno. Además del fotorreportaje, Jesús destacó en la fotografía de tipo costumbrista.

Vicente Salmerón Castillo se formó como fotógrafo en Chilapa y de allí fue a Tierra Colorada y Acapulco, donde tiene su estudio. Las fotos más relevantes son las que tomó a personalidades y a integrantes del grupo Teatro de las Máscaras, quienes llevaron a cabo una interesante labor cultural en el puerto en la década de los 70.

Otros miembros de la tercera y cuarta generaciones han estado en activo. María Evita, María Iris y Constantino Salmerón Catalán, en la capital del estado; Juan Salmerón Sánchez, en Chilapa; Salomón, Héctor, María Iris y Felipe Suástegui Salmerón, en Chilpancingo; Alejandro y Juan B. Salmerón García, en Acapulco; Arturo Salmerón M., en la Ciudad de México.

A lo largo de su vasta trayectoria, los fotógrafos Salmerón han dejado un fondo testimonial sobre múltiples tópicos y variadas circunstancias, en diversos periodos y regiones de la entidad, conformando el amplio retrato de una  parte significativa de la sociedad guerrerense.

jalil@adncultura.org