Una gran noche: Abducción

Una gran noche: Abducción 

Había cholos, brujas, convictos, ángeles y demonios, estaba Pablo Escobar y Rick Sánchez, había un dinosaurio y atuendos simplemente extraños; había música, aire contaminado por el humo de los cigarros, de los porros y de las pipas. Había mezcal y cerveza, tres bandas locales y una de visita, pero sobre todo había un montón de amigos. La abducción comenzó alrededor de las 20 h. en la terraza de La Quebrada Espacio de Arte, un viernes 1 de noviembre.

Los primeros en presentarse fueron los Mengers, directo del sur de la CDMX, llegaron a presentar al puerto su sonido en el que exploran con diversas mezclas de fuzz. Su presentación constó de 30 minutos, los cuales bastaron para encender el ambiente en los presentes, quienes movían la cabeza guiados por el sonido enérgico que se expandía desde el escenario, al igual que el calor.

Pablo Calderón en la batería y los coros, Mauricio Hernández en el bajo y la voz; y Carlos Calderón en la guitarra y voz dejaron el espacio caliente y listo para la siguiente banda; Yellow Point.

 

La banda Lo-Fi hizo lo que siempre hace, pasársela bien sobre el escenario, su sonido nostálgico conectó rápidamente con los seres raros que llegaron esa noche y que se perdieron balanceándose en cada canción, después de tocar temas propios, y de invitar a tocar a un par de amigos, los Yellow Point interpretaron un par de covers en los que se unieron con emoción los amigos que los grababan, así Kevin Flores en la voz y bajo, Daniel Vázquez en la guitarra y voz, Esteban Silvar, en la guitarra rítmica y Alejandro Vázquez en la batería; cerraron su presentación.

 

Después fue el turno de Quantum, la banda integrada por Jorge Plascencia en la batería, Jorge De la Vega en el bajo, Sebastián Silva en la guitarra, y Germán Aguirre en la guitarra y voz, pusieron el toque Neo-Psicodélico de la noche, a pesar de ser una banda con poco tiempo de vida presentaron una propuesta sólida y bien ejecutada, obteniendo una respuesta favorable entre los presentes tambaleantes y festivos, cada vez más lejanos de este plano después de las bandas y los humos.

 

Después de Quantum; Víctor Castro, en la batería; Fernando Torreblanca, en el bajo y Ramiro Arce en la guitarra y en la voz se adueñaron del espacio, Los Luckas con su sonido surf y su onda retro pusieron a mover todos los cuerpos, el calor sofocante no importaba, ni el reducido espacio o la incomodidad de los trajes; todos bailaron, las brujas y los diablos. Después de la presentación de Los Luckas, Purple Vibes, -Gustavo Huesca- la mente siniestra detrás del evento, tomó el micrófono, agradeció la presencia de los asistentes, el espacio y las facilidades brindadas por Luis Arturo Aguirre, quien dirige La Quebrada Espacio de Arte. La música siguió, las criaturas continuaron bailando, no parecía la abducción en la quebrada había terminado.  

Foto: Sonia Montoya.