Amores tecnológicos: <3 -Pico Tres-

Amores tecnológicos: <3 -Pico Tres-

 

La ópera prima de María Antón Cabot nace de la idea de combinar la ficción con el documental, un recurso ampliamente utilizado por los cineastas contemporáneos aunque no siempre con resultados tan agradables como es el caso de <3.

Desde el nombre podemos encontrar algo novedoso, se limita a un signo y un número, algo a lo que tiempo atrás sólo las matemáticas le daría sentido, pero ahora las nuevas generaciones le han dotado de otro. Ambos se utilizan en dispositivos digitales para poder formar un corazón, o una forma similar al mismo. Entonces esa es la carta de presentación de Antón Cabot, estamos ante un estudio sobre el amor y la tecnología. 

La película está formada por una sola historia de ficción que sirve de hilo conductor para mostrar una serie de entrevistas a grupos de jóvenes en un parque de Madrid. Ana, la protagonista, se encuentra matando el tiempo dando vueltas con una mochila sobre los hombros y un teléfono inteligente en las manos. El aburrimiento y la monotonía, la juventud y sus ganas de experimentar la llevan a buscar un encuentro casual en una aplicación, situación que detona el análisis posterior.

Ana se presenta, junto a la cámara describe las fotografías que llenan la galería de su teléfono celular y a partir de ello narra como el día anterior intentó establecer una conversación sin éxito con un chico a través de una red social. En esta secuencia nos damos cuenta que en sus fotografías luce distinta a como la vemos en la pantalla, lo que lleva a interrogarnos qué tan reales son las personas con las que interactuamos en la red. 

Pico tres

 

Después observamos en la pantalla una conversación digitalizada, sólo con globos de texto, donde un chico (a quien nunca le veremos el rostro) le pregunta a Ana qué es lo que busca al establecer contacto con él, ella le responde que ni siquiera está segura de lo que busca. Quizás esa sea la frase que describe también a la generación que retrata esta película, jóvenes hiperconectados, ansiosos, ahogados en información, pero también confundidos, inseguros y temerosos. 

A partir de ahí la historia de Ana sólo servirá de guía y se retomará al final, entonces la directora nos presenta una serie de entrevistas, cada una más interesante que la anterior, donde cuestiona a los jóvenes que acuden a pasar un tiempo de relajación al Retiro de Madrid, uno de los parques más famosos de España.

En la simplicidad y aparente superficialidad de su estructura esconde su gran innovación, basta con posar la cámara frente a estos jóvenes para observar en sus rostros una gran cantidad de expresiones, la frustración de no poder expresar con palabras las ideas que sí existen en sus mentes, lo sencillo que es para ellos establecer contacto a través de un dispositivo móvil pero lo complicado que es la interacción personal.

El parque es un lugar de encuentro generacional, el calor sofocante del verano hace que no sea extraño observar a los asistentes con torsos desnudos, cubiertos de sudor, con pantalones cortísimos y bailando a ritmo de reggaetón, las imágenes de una época.

En cada una de las entrevistas se propone un debate, no para ser resulto al final del largometraje, sino para poner temas sobre la mesa y tener así una postura personal sobre lo que significa el amor en el nuevo siglo.

Cuando una adolescente acompañada de sus amigas habla sobre cómo aún no define su orientación sexual, las demás no la juzgan, no se alejan de ella, no se sorprenden, entonces es importante pensar qué tanto las generaciones que nos antecedieron hubieran podido hablar tan fluidamente y sin reparo sobre el mismo tema en un trabajo audiovisual que terminaría viéndose a cientos de kilómetros. Seguramente hubiera sido imposible con la represión que tuvieron que enfrentar los habitantes españoles durante la transición entre la República y la Monarquía y viceversa.

Pico tre

 

Aunque ciertamente los jóvenes de ahora tienen una idea propia de las relaciones de pareja, heredan también pensamientos de sus mayores, sobre la fidelidad, el romanticismo, los roles que deben cumplir cada uno, es decir que aunque el presente es diferente el pasado se cuela entre las mentes.

En otra de las entrevistas una pareja de chicos habla sobre como ellos viven en una relación abierta, lo que inicia como la explicación de un trato aceptado a partes iguales revela como uno de ellos no está totalmente cómodo con la situación mientras el otro sí lo acepta totalmente. Claro está, la relación es abierta para uno pero para el otro no. Aquí María Antón logra captar con un primer plano la preocupación del chico que no acepta perder ni compartir a su ahora compañero de cama, situación que Carlos Reygadas, por ejemplo, expone ampliamente en su fantástica Nuestro Tiempo.

Cual si de Kristin Scott Thomas en El Paciente Inglés se tratara hablan también sobre el amor filial, el amor entre amigos y exponen sus ideas de como cada uno es diferente y puede cambiar de acuerdo a la situación según sus pensamientos.  

Una pareja de chicos con discapacidad intelectual mostrará la imagen más inocente y románica de todas, esos que creen que su cariño sobrevivirá al tiempo y las adversidades y que nos muestra que el amor de pareja no es exclusivo de los que se podrían considerar normales

La película fue grabada en los veranos de tres años distintos lo que nos hace pensar si aquellos que se juraron amor por mucho tiempo, si los que pensaron que no se separarían jamás seguirán juntos, paseando en el mismo parque donde su relación fue llevada al cine o si sólo hay uno de ellos, caminando en círculos, tratando de encontrar alguien para conocerse y sostener un encuentro sexual casual, tratando de encontrar el amor a la vuelta de la esquina o en una aplicación.

<3 se encuentra disponible hasta el 16 de abril en la plataforma FilminLatino como parte de la Muestra Internacional de Cine en Streaming DAIMON.