The Chicks – Gaslighter_
- Tuvieron que pasar 14 años para que las anteriormente conocidas como Dixie Chicks solidificaran un brillante regreso a la escena musical.
Catorce años después de su último disco, irónicamente titulado "Taking The Long Way" - parecía que predecían el futuro-, bendiciones, divorcios y un cambio de nombre después, las anteriormente conocidas como Dixie Chicks (y que para seguir en la línea de lo "políticamente correcto" por las cuestiones del movimiento "Black Lives Matter" et al), ahora se han renovado en varios aspectos, y ahora el trío conformado por Natalie Maines y las hermanas Emily Strayer y Martie Maguire, se hacen llamar "The Chicks", y en su regreso a la música nos presentan su octavo álbum de estudio titulado "Gaslighter", para el cual han contado con la producción de Jack Antonoff -quien ha estado bastante ocupado en estos últimos años creando obras maestras musicales-, Teddy Geiger y las propias chicas.
El track que apertura y que da nombre al disco, es uno de sus cortes más energéticos en mucho tiempo, y que, al igual que el resto del álbum, está inspirado en el escandaloso divorcio de Maines y en el que su ex esposo literalmente la tachó de "loca", a pesar de que éste fue el causante de que se terminara su matrimonio tras haberle puesto el cuerno a ella (de ahí la letra "you know exactly what you did on my boat"). Y en efecto, Natalie no se deja reprimir absolutamente nada líricamente hablando: "Tights On My Boat" y "Sleep At Night", co-escrita junto a Antonoff y Justin Tranter, son cortes duros, directos y sin tapujos donde saca a relucir con lujo de detalles a la amante de su ex esposo; St. Vincent es la invitada en la guitarra eléctrica en "Texas Man", "My Best Friend's Weddings" narra el día en el que la líder del grupo conoció a su ahora ex pareja -no confundir con el título de aquella famosa película-, mientras que "Everybody Loves You" a pesar de ser un cóver, suena tan desgarrador como si la hubiera compuesto la propia Maines -casi al final de la canción se le escucha casi al borde de las lágrimas-, o qué decir de "Young Man", en la cual la cantante redacta una carta de amor a sus dos hijos, fruto de su fallido matrimonio, y que sin duda sacará las lágrimas a más de una persona. Ya para el final, Maines se resigna, y además de suplicarle a su ex marido que la deje libre (el imperdible track final, "Set Me Free"), no le queda más que desearle lo mejor ("Hope It's Something Good"); pero no solo de infidelidades y problemas personales se mantiene "Gaslighter": recordemos que The Chicks causaron polémica en el pasado por las declaraciones de Natalie contra el entonces presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, lo cual les costó la ridícula censura de la radio y TV, así como la pérdida de fans y de presentaciones; afortunadamente los tiempos han cambiado -para el grupo, más no así para la sociedad americana- y "March March" es su corte más político, en el que apoyan y defenden diversas causas y movimientos como el "Black Lives Matter" o "#SayHerName", y que podría ser un himno de las luchas sociales.
Sin duda la larga espera de un nuevo disco de The Chicks ha valido completamente la pena: "Gaslighter" exorciza los demonios internos de Natalie Maines, la ha hermandado más que nunca junto a Emily y Martie, y todas ellas de la mano de Antonoff, nos brindan un sólido trabajo, que además de mantenerse fiel a sus raíces Country, es coherente de principio a fin, denotando que este último se ha convertido en el nuevo "Rey Midas" de la producción, brindándoles libertades y nuevos aires a los artistas con los que ha trabajo en estos últimos años.