Comentarios sobre el concierto de la Filarmónica de Acapulco (OFA) el pasado viernes en Chilpancingo, 05 de abril de 2024.
Por Abel Nuñez Nuñez
*Primero hay que comenzar diciendo que el programa era sumamente atractivo, no sé si exista un antecedente histórico de la interpretación de dicho repertorio (que mencionaré más adelante) en nuestra ciudad, seguramente no. Así que por las obras a interpretar, por la orquesta a escuchar y también por la solista que vino y el director huésped que tomó la batuta de la OFA era un menú artístico imperdible.
*Por eso es importante señalar la escasa, escasísima difusión del evento, que para su magnitud contó con una pobre asistencia. Si de por sí es difícil que en Chilpancingo abunden estos acontecimientos, que el público asista numeroso, más en tiempo de vacaciones escolares, pues con la poca promoción que hubo quizá se desaprovechó un concierto que fue esplendoroso.
*Ignoro la razón por la cual el evento no se realizó en el mejor espacio cultural que tiene la ciudad que es el Auditorio Sentimientos de la Nación, pues el teatro María Luisa Ocampo no es el mejor lugar para un concierto de repertorio romántico de una orquesta filarmónica, pues la totalidad de los músicos que la integran hacía verlos apretujados en el escenario, encimados y a algunos cerca de los límites del proscenio, aunado a ello el calor dentro del recinto era fuerte y su ventilación ruidosa en exceso, pues las puertas abiertas transmitían el ruido del exterior y los ventiladores emitían un sonido que interfería al de los instrumentos.
*Las autoridades culturales deberían informarse quiénes son los músicos invitados de la OFA, la trayectoria de la solista Amalia Hall es vastísima a nivel internacional y había directivos de la Secretaria de Cultura que no sabían ni cómo se llamaba. Además, creo que se debe quitar ya esa provinciana costumbre de en cada evento entregar reconocimientos y dar discursos en su mayoría imprecisos y desatinados. Una cajita de Olinalá, un mezcal, cualquier producto de nuestra tierra o unas flores hubiesen sido mejor que la simple opalina impresa horas antes.
*Interpretar la obertura Las Hébridas de Mendelsshonn, el Concierto para Violín en Re Mayor de Brahms con tremenda solista y tener en la segunda parte del concierto la Sinfonía No. 6 de Tchaikovsky en si menor, Op. 74, "La Patética" hacía del evento algo digno de las salas del primer mundo, situación que muchos asistentes no entendieron con su comportamiento al hablar en la ejecución de las piezas, entrar y salir constantemente en su desarrollo y demás detalles no óptimos que se presentaron. Quizá es la falta de abundancia de recitales de tal magnitud lo que aún hace que pasen estos deslices y también que las autoridades no siempre acababan de entender todos los protocolos de un concierto de música culta.
*No sé cuáles habrán sido los criterios para la elección del nuevo director titular de la OFA, pero ver y escuchar a la orquesta recientemente con el maestro Diemecke fue maravilloso por la energía que te transmitía y su forma de conmover al público. También verla y escucharla en este concierto con el maestro Jorge Vázquez fue magnífico, pues noté una orquesta entregada a su batuta, músicos entusiastas con él y su forma de dirigir tan dinámica y llena de espíritu; algo que con todo respeto no he logrado ver o escuchar con su actual director el maestro Van Del Velde quien aún no logra comulgar con sus músicos.
En fin, ojalá todos aportemos para que futuros eventos sean dignos de la memoria artística de los grandes maestros de la música y sea honrada. Valga decir que este año nos brinda una oportunidad única, pues la Novena de Beethoven cumple dos siglos de su estreno en mayo 7 del presente y también se conmemora otra fecha muy significativa, pues el 4 de septiembre es el bicentenario del natalicio del gran Anton Bruckner.
Ojalá nuestras autoridades culturales lo sepan para poder conmemorarlos dignamente, carajo.