Raíces Guerrerenses: Transformación, Arte y Comunidad en Guerrero
El proyecto cultural Raíz de la Ceiba ha evolucionado para convertirse en Raíces Guerrerenses, una iniciativa que reafirma su compromiso con la preservación y difusión del patrimonio cultural de Guerrero. Este cambio no solo representa una nueva etapa, sino también una ampliación de sus horizontes hacia las siete regiones del estado, llevando consigo el arte como herramienta de transformación social.
El arte como raíz y motor de cambio
Desde su fundación, Raíz de la Ceiba fue un proyecto gestado desde el amor por Guerrero, liderado por Baltazar Castellan Melo, originario de Cuajinicuilapa, y Olga Ivette Manzano. Inspirados por sus raíces afromexicanas, ambos utilizaron el arte para dar visibilidad a la historia y cultura del pueblo afromexicano, un legado que muchas veces permanece en el olvido. Aunque sus caminos se separaron a mediados del año pasado, el respeto mutuo y la admiración han permitido que ambos sigan contribuyendo al desarrollo cultural de la región.
Nuevas alianzas, nuevas oportunidades
Con la transformación en Raíces Guerrerenses, el proyecto ha comenzado a tejer nuevas redes de colaboración en el estado. Actualmente trabajan con Casa Tecutli en Tecpan en talleres de grabado, en Zitlala con serigrafía, en Tierra Caliente junto al maestro Abraham Torre, y con el colectivo Escuadrón de la Muerte en Chilpancingo. Estas alianzas buscan no solo preservar las tradiciones culturales, sino también revitalizarlas y acercarlas a las nuevas generaciones.
Arte como refugio y memoria colectiva
Raíces Guerrerenses lleva a cabo diversas iniciativas que incluyen talleres de grabado, serigrafía, la creación de libros murales comunitarios, cuéntame tu historia y exposiciones. Estas actividades permiten documentar paisajes, rituales y costumbres, al mismo tiempo que generan un sentido de identidad y pertenencia en las comunidades. Además, el proyecto utiliza el arte como una herramienta educativa y de conciencia social, con intervenciones urbanas y apropiación de espacios públicos que promueven el acceso a la cultura.
La Biblioteca Negra: una ventana a la memoria afromexicana
Uno de los pilares del proyecto es la Biblioteca Negra, un espacio dedicado a recopilar libros, tesis, documentales y fotografías que hablen sobre la historia y cultura afromexicana. Este acervo busca no solo preservar la memoria colectiva, sino también inspirar a jóvenes afromexicanos a convertirse en narradores de su propia historia. Actualmente, la biblioteca se encuentra en la Preparatoria 30 de Cuajinicuilapa, Guerrero, con la intención de expandirse a otras comunidades de la Costa Chica.
Un nombre que honra sus raíces
El cambio de nombre a Raíces Guerrerenses refleja el deseo de trabajar y cocrear con artistas de todo el estado, consolidando una visión colectiva que celebra la diversidad cultural de Guerrero. Hoy, el proyecto está liderado por Olga Manzano y Luis Guzmán, quienes continúan utilizando el arte como bandera para construir comunidad, preservar la memoria y promover la inclusión.
En palabras de Olga Manzano, quien respondió las preguntas para esta nota: “Como guerrerense, creo que el arte es para vivir bien y vivir de lo que amas”.