Eurovision Song Contest:
The Story of Fire Saga
- Will Ferrell y Rachel McAdams protagonizan una comedia que parodia y a la vez homenajea uno de los festivales musicales más irreverentes de Europa.
Dirigida por David Dobkin (a quien podemos recordar por “glorias” cinematográficas de la talla de “Shangai Knights” o “Wedding Crashers”), “Eurovision Song Contest: The Story of Fire Saga” es una cinta de comedia y musical que es una mezcla de parodia, homenaje y tributo a uno de los eventos musicales más bizarros pero a la vez más importantes del continente europeo: el festival de la canción Eurovisión, que para quienes no están familiarizados con este evento, es como si fuera el festival OTI de aquel continente –si usted que está leyendo esto sabe a lo que me refiero, es población de alto riesgo Covid-19-, en el cual la mayoría de los países que conforman Europa envían a un artista (puede ser solista o grupo) a que los representen con una canción, ya sea elegida por algún comité del país o mediante un concurso y el voto del público, y la ganadora es elegida en parte por los votos de la audiencia y otra parte por el voto del jurado. Dicho esto, la película protagonizada por Will Ferrell (quien además la ha co-escrito y co-producido) y Rachel McAdams, ha aprovechado la realización del festival del año pasado que se llevó a cabo en Tel Aviv, Israel, y filmaron buena parte de la cinta durante dicho evento, y a pesar de que el festival de este año se canceló debido a la pandemia global del Coronavirus, Netflix finalmente la ha estrenado en este fin de semana.
La historia cuenta la vida de Lars Erickssong (Ferrell) y Sigrit (McAdams), dos amigos de la infancia que viven en el pequeño poblado de Húsavík, Islandia, y la pasión por la música de Lars ocurre gracias a que en su infancia vio el festival Eurovisión de 1974, la cual fue ganada por la agrupación sueca ABBA –en efecto, su ascenso a la fama mundial fue gracias a dicho certamen-. De ahí en adelante, el mayor sueño de Lars ha sido el de representar junto a Sigrit a su país en el festival Eurovisión, y ambos hacen un dúo musical llamado “Fire Saga”, quienes gracias a la ironía del destino, logran cumplir su sueño en el concurso de este año –es una lástima que no haya podido coincidir la cinta con el festival de no haberse cancelado-.
A pesar de que hay alguno que otro momento en el que la cinta cae en lo absurdo –los chistes sexuales llegan a dar pena ajena- y que su final se asemeja más a un episodio de “La Rosa de Guadalupe”, lo cierto es que la idea de Will Ferrell de realizar una película sobre Eurovisión es de lo más asertiva, por más extraño que parezca (su esposa es originaria de Suecia, por lo que desde hace tiempo ya estaba más que familiarizado con todo lo relacionado al festival), haciendo justicia a todo lo que conlleva los preparativos y la celebración del evento, utilizando cierta sátira política –Rusia no sale bien librado que digamos-, además de que, los que hemos sido fieles seguidores del certamen desde hace tiempo, hay momentos en los que la nostalgia invade: la escena de la fiesta es de lo más imperdible, ya que cuenta con varias caras conocidas del certamen, tanto ganadores como concursantes de años anteriores, además de que el humor negro es indispensable –la escena del barco y los cameos de Demi Lovato son para la posteridad-.
Si bien “Eurovision Song Contest: The Story of Fire Saga” no es en sí completamente un musical, nos ha dejado para la posteridad una de las escenas clave, esto con la canción “Husavik”, la cual tiene esperanzas de que consiga un inesperado “moméntum” como lo hicieron películas como “The Greatest Showman” con su canción “This Is Me”, o inclusive “Frozen” con su hit “Let It Go”. Para quienes no se familiarizan con lo que significa el festival Eurovisión –o inclusive si son haters del mismo-, la cinta cumple con el objetivo de hacernos olvidar por dos horas del caos pandémico del momento, y nos hace soltar un par de buenas carcajadas –la escena de “la rueda” es de lo más imperdible-.