Ivanna Kill un poemario de lenguaje potente de Iván Mata

Ivanna Kill

Iván Mata es un joven poeta guanajuatense que tiene una suerte de embrujo púrpura que deja sentir en sus poemas, sin embargo, Ivana Kill es un punto y aparte en el andar del escritor, el lenguaje usado en este material literario parece ajeno a lo que conocemos del autor de los poemarios "Vómito de una pistola sin gatillo" (Los Otros Libros) y "Soy Cebra" (Granuja), ¿es Ivanna apropiándose de Iván?, ¿es Iván develando los secretos de la vida de Ivanna?, ¿son ambos cantando a dueto? 

Ivanna Kill, es un libro que Iván Mata trabajó en el fondo para las letras guanajuatenses con el poeta José Kozer como tutor. Sobre el proceso creativo, el personaje y la dualidad de Iván & Ivana en los textos es él mismo quien nos habla al respecto.

Pablo: Cuéntame, ¿cómo fue tu proceso creativo para Ivanna Kill?

Iván: Escribir Ivanna Kill fue sencillo. Yo escribo de la experiencia. Aunque es complicado desmenuzarlo por ahora. Sólo tuve que recordar situaciones que me ocurrieron en el pasado y en el presente y versificarlas lo más posible. El poemario es un texto que fue seleccionado para en el Fondo para las Letras Guanajuatenses bajo la tutoría del poeta José Kozer.

Pablo: ¿Cómo fue trabajar de la mano con el poeta José Kozer?

Iván: La primera vez que tuve que trabajar los poemas con él, yo estaba realmente nervioso. Estar en presencia de un poeta de tal magnitud y reconocimiento fue un golpe tremendo para mí. No sabía qué decir o cómo actuar. No sabía si los poemas serían de su agrado. Pero cuando José Kozer habló y de inmediato dijo: este poemario debería estar publicado. Sentí una emoción tremenda. Y no sólo porque reconociera ese algo en los textos de Ivanna Kill, a su consideración personal, claro, sino porque aliviaba la carga tremenda que sentía por estar en presencia del POETA, en mayúscula, José Kozer. Conocí a un poeta sencillo, sumamente inteligente, hechicero del lenguaje, lo cual me capturó. José Kozer me ayudó a pulir sobre todo los finales de los poemas. Darle ese golpe final. En realidad, fue todo lo que corregimos. Lo que también me alivió bastante. Gracias a él, salió un poemario redondo y que grita y que no para de gritar.

Pablo: ¿Por qué Ivanna Kill?

Iván: El poemario se titula así porque hace tiempo, cuando yo tenía 18 años, yo trabajaba en un congal de Guanajuato Capital llamado Zona Cero. Allí me conocían como Ivanna. Entonces nombré Ivanna al poemario como homenaje a esos días. Además, dentro del poemario, siempre se juega con un desdoblamiento del Yo. El autor-el personaje. Un YO, un ELLA quien va relatando, yo lo llamo fotografías, situaciones que le ocurrieron en el pasado y en el presente, nunca en el futuro porque Ivanna Kill no es una bruja. Todavía no llega a eso.

Pablo: ¿De qué habla este poemario?

Iván: Habla del amor, de la muerte, de Coppel, del alcohol, del desprecio, de la locura, de la prostitución, de lo que significa ser la amante de un hombre casado, entre otras cosas.

Pablo: ¿Cuál es la frontera o línea que divide a Iván con el personaje?

Iván: Ivanna no es un alter ego. Es independiente a mí. Es ella misma. Aquí lo complicado que mencioné al inicio. No soy yo: Iván Mata escribiendo un poemario que se llama Ivanna Kill. Más bien, es Ivanna Kill contando un poco de su vida; si hubiera podido contaría su nacimiento. Me gusta pensar que es independiente a todo lo demás que he escrito hasta ahora. Y creo que se distingue.

Pablo: ¿Qué pensamientos y ambiente te rodean mientras escribes un poemario como este?

Iván: Cuando Iván Mata escribe, simplemente se deja llevar, sin pensar en lo que está haciendo. Dejo que mis dedos presionen las teclas de la computadora mientras mis ojos observan lo que dicen en la hoja de Word. No puedo escribir a mano porque en realidad mi letra es horrible e indescifrable. Ni yo le entiendo. También cuando escribo reproduzco en YouTube mi Playlist titulada “Rolitas para pastorear cabras”. Es variada. Jazz, Blues, Rock, Rock Psicodélico, Punk, Samba, Pop, Indie, Cumbias, Rock Urbano, entre otras. Aunque últimamente escucho demasiado punk mexicano, y creo en los poemas nuevos que he escrito en estos días se nota el enojo. Siempre escribo en la orilla derecha de mi cama matrimonial, junto a la lámpara y el arenero de mi gata. La ventana tiene que estar abierta porque luego me asfixio. Generalmente lo hago por las tardes. Al terminar de escribir leo lo que he escrito y le doy forma. Es un artificio. A veces escribo mucho, y elimino la gran parte y me quedo con la mitad o menos de la mitad. Puedo escribir de cualquier cosa, de lo que veo, de lo que siento, de lo que escucho, de lo que como, de lo que veo en la televisión, de la música que escucho, de lo que leo, etcétera. Me pasa algo muy curioso. Siempre que leo algún poema o novela que me atrapan o me golpean, de inmediato tengo la necesidad de escribir. Es como si me surgiera la necesidad de responderle, a mi manera. De decirle: te entiendo, aquí estoy yo y esto opino. Pero es muy raro. Son pocas las veces que me ocurre eso.

Pablo: ¿Cómo te marca Ivanna Kill como escritor?

Iván: Siento por Ivanna Kill un gran cariño porque no soy yo. Porque me permití jugar con muchas cosas que en otros poemas míos nunca hubiera podido hacer. Aunque si he de confesar ahora, desde que escribí Ivanna Kill he escrito poemas donde mi voz se entre mezcla con esa voz femenina y con otras voces que aún no identifico de dónde salieron. Ivanna Kill también es parte de poemas y novelas de un grupo de poetas y novelistas y cuentistas que quiero demasiado y que admiro. Tengo la gran fortuna de conocerlos y de que sean grandes amigos míos. “Los Poetas de las Memeración” nos llamamos (Zauriel Martínez, Gerardo Sze, Monserrath Campos Sánchez, Diego Solís, Felipe García, Azucena Gómez, Martha Chávez, Ariatna Joe). ¿Por qué de la memeración?, porque aliviamos nuestra tristeza mirando memes. Porque tenemos un “chale” atorado en la garganta. Yo lo tengo atorado en las uñas, también. Esos locos tienen un montón de cosas por decir y por aportar.

Dejamos a continuación, algunos poemas de Ivanna Kill:

No me digas que no te he reclamado nada

Tú y yo susurrándonos a la oreja,

calientitos, lo hermosa y fresca que la luna se ve

incrustada en el oscuro papel de fomi donde yace

todas las noches,

como en ésta donde permanecemos 

alejados de la mirada de tu esposa:

ella

la que planchó esta camisa,

la camisa a cuadros que él convierte en 

almohada mientras me tiendo con las piernas

abiertas y mi pene diminuto en el asiento trasero

del bocho; recién lavado como a él le gusta,

como seguramente a ella le disgusta que

él llegue a casa después de las 6 a.m.

los fines de semana

borracho, oliendo a perra, disculpándose de no sé qué

-menos de nosotros-, directo a dormir

con los zapatos aún calzados,

indiferente y sin beso de buenos días

en la mejilla izquierda, la maldita y saludable

mejilla izquierda que tú ves con repulsión

al despertar.

 

Resolví no pronunciar tu nombre romano

Para el Yonki

resolví trenzar el silencio de tu nombre completo

mientras solo preparo el desayuno

 

resolví plantar flores de luz

en el cuarto de lavado y

diluir tu nombre en el café

que hierve inmediato al jugo de naranja

 

no soy más una estupida aninando

tu nombre contra mi plato de avena,

no soy la mujer que cocina hotcakes

por las mañanas

ni la que utiliza bata

después de hacer el amor

ni aquella que tiene tu nombre tatuado

en la punta de la lengua.

Olvídalo,

no soy más la que procura

tu resfriado con té de limón y miel

como la esposa devota que alguna vez

fui, 

mi amor.

 

Soy la mujer que no usa labial rojo

estuve encerrada dos veces en el manicomio

porque me abandonaste

detrás de la ventana

con mis lentes redondos

y mi paquete de toallas femeninas

aún intacto sobre la cama

Tú sabes

que soy la mujer que habla de ti

en cualquier conversación,

hablo de ti con los perros

con el agua

hablo de ti

y no de mi esposo muerto que falleció detrás del basurero.

 

Maldigo el pito que me cuelga 

Yo quería un clítoris

y no estas bolas peludad y colgantes

Yo quería un escote muy pronunciado

y máscaras para los oos color violeta.

 

Ivanna Kill se puede adquirir en las librerías del Fondo Guanajuato o en la página en línea de la editorial La Rana.

 

Sobre el autor:

Iván Mata
Iván Mata

Iván Mata (Guanajuato, Gto., 1989) Sus poemas han sido publicados en revistas electrónicas e impresas en Argentina, España, México, Venezuela. Perú.

Antologado en el número 209 de Punto de Partida (UNAM) "El fragor de otras voces. Diez jóvenes poetas guanajuatenses". Y por la revista Alternativas "26 poetas del Bajío menores de 28 años". Aparece en el muestrario poético "Las avenidas del cielo" (UG/UAA) y en las antologías "La vida va" (La Rana), "Círculos de agua" (La Rana), "Letras interiores", "Poesía no consagrada" (Granuja) 'Escritura desde el encierro" (Los Otros Libros) y "Los poetas de la memeración' (Awita de Chale). Es autor de los poemarios "Vómito de una pistola sin gatillo" (Los Otros Libros), "Soy Cebra" (Granuja), "Ivanna Kill" (La Rana) y "Papá Fentanilo" (No lo tiré). Ha sido integrante de la primera, segunda, tercera, quinta sexta y séptima generación del Seminario para las Letras Guanajuatenses con los tutores: Eusebio Ruvalcaba, Marcial Fernández, José Luis Bobadilla, Ángel Ortuño, Geney Beltrán, José Kozer y Rocío Cerón.

 

pabloreyes@adncultura.org