Norma
Es una princesa azteca. La he visto, pero no en adaptaciones de los cuentos o estantes de las tiendas. Ella es real. Hermosa como los soles del bello Nayarit y las historias que cuenta. La quiero tanto. Aunque mis días ajetreados hacen que no sé lo recuerde constantemente, pero el sístole y el diástole la traen a mí.
La amiga de los sí y los no que todos anhelan en las estaciones del tiempo. Siempre será Norma.
A Dorian
He aprendido
amar sus silencios
como mis tardes de invierno.
Su corazón
es más bello
que el retrato del museo.
A Dorian
lo quiero como al rocío
de las mañanas que arrullan
al sol.