Las Bandas de Música de Viento

En la región de la Montaña y Costa Chica de Guerrero es donde se ubica el mayor número de bandas de música de viento, ya que en estas poblaciones se conservan las manifestaciones culturales que le dan una identidad propia al resto de las regiones.

El interés por conservar sus bandas e incluso mejorarlas es grande, ya que buscan la manera de conseguir recursos económicos con la finalidad de que cada comunidad tenga su propia banda de música, para darle el mayor realce a sus festividades cívicas y religiosas.

En el estado de Guerrero se han detectado músicos – compositores y capacitadores de las bandas, músicos, en la región de la Montaña para ser precisos en la mayoría de las comunidades que la conforman, buscan maestros dedicados a esta disciplina para su mejoría, ejemplo: lectura de notas musicales, amplia miento de su repertorio y técnica en la ejecución de los instrumentos.

Características de las bandas:

Las bandas de música de viento han mantenido la tradición por muchas generaciones en cada una de las regiones que conforman a entidad; sin embargo al mismo tiempo en cada una de ellas se dan diferencias regionales de acuerdo a las influencias culturales determinado por grupo étnico, en cuanto al número de instrumentos utilizados.

Los géneros más socorridos que se interpretan: Montaña: Marchas, jarabes, fantasías, mazurcas, valses, sones, chilenas corridos, boleros, dianas, también se ejecutan piezas propias de las danzas tradicionales como los doce pares de Francia, Santiagueros, Moros y Cristianos.

Costa Chica: Chilenas, corridos y boleros, además de acompañar a las danzas autóctonas, moros y cristianos, doce pares de Francia entre otras, música de ritual así como la adecuación de otros géneros actuales que van incorporando a su repertorio.

Algo característico de las bandas costeñas es la utilización de trompetas, trombones, tambora y saxofones, en Costa Chica es casi inexistente el uso del soprano y del clarinete.

Con lo que respecta a la región de la Montaña el uso de las bandas se finca en la ritualidad propia (ceremonias agrícolas, santos patrones, y sepelios) algo distintivo en ellas es la incorporación de sopranos y clarinetes para contrastar los sonidos agudos de estos instrumentos con los sonidos graves de los trombones y saxofones.

Banda de Chile Frito

Es muy común oír la expresión “Va a amenizar la música del Chile Frito”. Corría el año de 1932 en el barrio del fortín en la ciudad de Tixtla, se organizó la primera banda con campesinos y alfareros del barrio. Sus instrumentos no eran nuevos por lo consiguiente algunos estaban en mal estado.

Tampoco tenían un buen músico que los dirigiera solo un joven y entusiasta hijo de un carpintero que tocaba el contrabajo, un domingo del mes de mayo de ese mismo año al celebrar la fiesta San Isidro Labrador salieron a tocar por las calles poniendo a chones de ocote resinoso frente a la puerta de las familias que habían colaborado económicamente con los mayordomos, a chones que se rendían en la noche para simular un alumbrado público ya que no contaban con luz eléctrica.

Ese domingo por la tarde doña Eloísa Castro García vestida y adornada con sus joyas como se usó en las últimas décadas del siglo pasado platicaba ansiosamente sobre los acontecimientos del día con don Enrique Cienfuegos, en ese momento pasa tocando la banda de música recién organizada, tocaban una alegre melodía; pero al oír que no había armonía entre los mismos elementos: 

Doña Eloísa le dice a Enrique, -¿Ya oíste Enrique esa banda? Toca música de chile frito, si tú has oído la cazuela cuando se están friendo los chiles, unos truenan primero y otros después, por lo consiguiente esos músicos que van tocando, en lo que unos soplan primero y otros después, no es más que una música de chile frito”. Desde entonces hasta nuestros días a todas las bandas de viento de nuestras comunidades rurales se les llama música de chile frito.

Los instrumentos que consta una banda de chile frito son: Clarinete, saxofones, trombones, trompeta, redoblante, Tubas o bajos, platillos y tambora.

Generalmente estos músicos son empíricos, no conocen notas musicales pero retienen las melodías a base de los ensayos, los géneros que tocan son valses, boleros, corridos, chilenas y huapangos. Estos filarmónicos se lucen tocando dando rienda suelta a la alegría según la expresión popular “Haciendo bailar hasta a los muertos”.

Fotografías "Ojo de la Montaña"

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