Subida al cielo de Luis Buñuel fue estrenada en el año 1952, esta película se centra en la trágica situación de Oliverio (Esteban Márquez), el menor de tres hermanos al que se le encomienda la tarea de partir de su poblado San Jeronimín para llegar a Petatlán y poder concretar la última voluntad de su moribunda madre, dejar un testamento para salvaguardar el futuro del más pequeño de la familia.
La premisa es sencilla, pero su ejecución está plagada de belleza, simbolismos, coloridos personajes y una fuerte presencia de costumbrismos que vuelven esta película una entrañable estampa del México que ya ha quedado atrás.
La historia en su mayor parte se desarrolla dentro del camión que los transporta a Petatlán, en él van toda clase de personajes y son ellos, los personajes secundarios quienes mantienen el ritmo y el dinamismo de la película, por una parte vemos la angustia de Oliverio al tratar de concluir su viaje en el menor tiempo posible para alcanzar a su madre antes que la muerte, y por otro lado, el espectador disfruta de todas las situaciones que se desarrollan en el trayecto gracias a la simplicidad y fluidez con la que los personajes conviven y se comunican.
Parece que la obra de Buñuel busca exaltar lo cotidiano, ya que de este elemento se mantiene la trama, llega un punto en el que se olvida el objetivo del viaje y solo se disfruta de los escenarios y el desenvolvimiento de las circunstancias. Lo bien definido de los personajes los vuelve divertidos y con los cuales es fácil empatizar, por ejemplo, la soltura del conductor, la angustia de Oliverio, la propiedad absurda con la que se manejan algunos de los pasajeros o sin lugar a duda, la tenacidad, el atrevimiento y la coquetería de Raquel (Lilia Prado), un personaje femenino que toma el lugar del machismo en la historia, acosando a Oliverio hasta conseguir su atención y quién después de “lograr lo que quiere” lo hace a un lado.
A pesar de ser una película que puede ser calificada como sencilla no pierde el toque surrealista en bellas secuencias, como en la fantasía de Oliverio, quién comienza a sentir los estragos del acoso de Raquel, una escena cargada de erotismo y simbolismos. También resalta el folclor mexicano y la extraña convivencia que mantenemos con situaciones de enfermedad, muerte, deseo y de vida misma.
La película fue filmada en varias locaciones del estado de Guerrero además de Cuautla, Morelos y la CDMX. Aunque tiene algunos detalles técnicos poco convincentes, el resultado final es una pieza bien lograda además de muy disfrutable.
Subida al cielo fue la primera proyección del nuevo ciclo de cine Simplemente Buñuel, dónde Jesús Armenta, coordinador del Cineclub B.22 preparó en orden cronológico algunas de las películas del destacado director español, para ser parte de este nuevo ciclo de cine acude a la Biblioteca Pública No.22 cada jueves en punto de las 5 PM, la próxima película proyectada será Viridiana, con la actuación estelar de Silvia Pinal.