NUESTROS OLVIDADOS EN LA PANDEMIA
Los días se mezclan dando por resultado la realidad, la realidad destruye, construye y asevera nuestro presente, al darnos cuenta, marcan nuestro futuro.
El transcurso de la pandemia muestra la soledad en la que se vivía antes que ella llegara, los tiempos pasados vistos ahora, parecen mejores. La realidad actual al paso del día conmemorativo del trabajo, demuestra nuestro devenir social, nuestra falta de empatía y nuestro abandono entre hermanos, así como el gran problema económico "depresivo" que se espera ya como una catástrofe más allá del 29.
Se asevera el tiempo futuro como un hecho, el hecho de los conflictos sociales que explotan ante está chispa mundial que se ha detonado entre nosotros. El recorte de empleos, es el daño a la estructura del individuo y de la sociedad, los obreros tecnificados sufren el estrés del nuevo siglo, la enfermedad mental. Se pronosticaba hace años que la próxima epidemia sería la depresión, estamos a nada que está se presente en masa. La gente se encierra y la que sale, sigue ignorando la importancia de la vida de los demás.
Los ritos sociales, las convivencias interpersonales se han cortado más allá del físico, hay quienes en un gran esfuerzo de paciencia aún se encuentran en la lejanía entre nosotros. A los amigos no se les juzga, se les quiere y ya.
Con esfuerzos se obtiene casi todo, menos tiempo. Le hemos puesto números, fechas y referencias , para nosotros no perdernos, aunque seguimos sin entenderlo. Con el tiempo, se entiende; que algunos somos afortunados y otros son los más desgraciados. Ojalá se comprenda que la salud, es para preservarla durante el tiempo que estemos aquí. Mientras se esté aquí, batallar por un trabajo que dignifique al hombre y su sentir, que nos acerque. Que está pandemia no nos pierda en un mismo abismo donde estaremos y no podremos encontrarnos. Las soledades, cuando se viven, acercan.
Por Alan Jafet Salmerón Baños.
Foto: El Malecón de Acapulco durante la pandemia.