Tú ombligo es el más feliz
Ya que has dejado a tu novio,
tu ombligo es el más feliz
ahora aparece en todas las fotos.
Ha estado de paseo por lugares nuevos
en solitario o acompañado
se baña en el mar, se expande en los bares,
recorre callejones oscuros y ha conocido el cuarto del vecino.
Por ahora, ese último es su nuevo lugar favorito,
la cama siempre está limpia, su ventana lleva a las buganvilias,
lo que más disfruta en ese cuarto tu ombligo
es cuando lo acarician, lo besan y le pasan la lengua.
Ha dejado de ser un orificio tímido
escondido como niño detrás las faldas de mamá
ahora se llena de miradas hasta desbordarse
y orgulloso, dirige el ritmo de tus caderas cuando te paras a bailar.
Agradezco mucho a Kary, Monse, Meli, Luisa y Dama, dueñas de tan bonitos ombligos.
marianela@adncultura.org