Era poco más de las 19:00 h, las personas seguían entrando al Fuerte de San Diego, otros se encontraban ya en sus asientos, los presentadores acababan de bajar del escenario y una voz femenina presentó la primera pieza de la tarde-noche, “Transeúnte” de la Compañía de Danza Contemporánea de Acapulco; el cuerpo de Aldo Venegas tomó el escenario para dejarse caer sobre el mismo, esperando la música para compartir su interpretación, coreografía, energía y talento con los presentes.
Así iniciaron las actividades de el 13 Festival Internacional La Nao Acapulco, el pasado jueves 24 de octubre en el Fuerte de San Diego. De a poco las sillas fueron siendo ocupadas por completo, y las cámaras del celular fueron atraídas por los movimientos enérgicos del joven danzante. Al terminar la música, su cuerpo quedó tendido sobre el escenario; justo como comenzó, la misma postura y el mismo impacto, después de eso, comenzaron los aplausos.
Posterior a “Transeúnte”, “Matices, todos somos migrantes”, también perteneciente a la Compañía de Danza Contemporánea de Acapulco; tomó lugar bajo los reflectores. La coreografía es una creación del maestro Serafín Aponte, musicalizada por Cuauhtémoc Tavira y ejecutada por la Orquesta Filarmónica de Acapulco y los hermanos Tavira. Matices es una pieza conmovedora, fuerte e imposible de transformar a letras, puesto que la entrega, el esfuerzo y la pasión que imprimían en cada movimiento los integrantes de este grupo de danza solo puede terminar de entenderse siendo testigo de todo lo que sucedía en el escenario.
Ataviados en su vestuario de tonos marrones y guindas, los nueve danzantes ofrecieron su visión sobre la migración, transmitiendo con sus cuerpos toda clase de sentimientos; la tristeza, la confusión y el anhelo eran palpables en el ambiente, ya que, además de la fascinante coreografía, Matices, contó con un ensamble de música e iluminación que volvieron la experiencia entrañable y cautivante. La emoción de los espectadores subía al igual que el ritmo de las guitarras y los violines, las sombras de los bailarines se proyectaban alrededor del público, el cual no sabía en que dirección mirar para terminar de abarcar todo lo que acontecía esa noche. Sin importar la cantidad de personas sobre el escenario, la pieza no perdió en ningún momento la vitalidad ni el interés de los presentes.
Después del derroche de talento guerrerense, Milly Janeth Ramírez Olmedo, Secretaria de Desarrollo Social de Acapulco junto a otras autoridades, entregó un reconocimiento al maestro, Serafín Aponte, quién no desaprovechó la oportunidad para emitir un mensaje de solidaridad para Ecuador y Chile, en el que señaló el actuar de los gobiernos ante las demandas de su gente.
Provenientes de Estados Unidos, Cleo Parker Robinson Dance, una de las principales compañías de danza moderna reconocida internacionalmente; asombró al público con cada una de las piezas presentadas, todas inspiradas por la experiencia afroamericana. La precisión de sus movimientos mantuvo aprisionada la atención de todas y todos, así como los cambios de ritmo y las historias presentadas en sus danzas.
Su participación constó de una variada selección de piezas, algunas gustaban por la intensidad que proyectaban, otras por la complejidad y la sincronización que demandaban, o simplemente envolvían a base de hechizantes secuencias que, ya fuera en grupo, en pareja o en solitario, eran realizadas de manera impecable. “Mictlán”, “Somewhere”, “Blackbird” fueron algunos de los números presentados.
Dando fin a las actividades del día, las autoridades volvieron a hacer uso del micrófono para agradecer la presencia y entregar un reconocimiento a la compañía Cleo Parker Robinson Dance, quienes no solo bailaron para el público, sino que bailaron con él.
Fotos por Alexandra De la Rosa
