Un festival de arte con sabor a Chilate
- Un festival sin apoyo gubernamental continúa con esa labor comunitaria.
En días pasado, a pesar de la pandemia, a pesar del nulo apoyo gubernamental, pero con mucho ánimo del gestor cultural Antonio Pantoja, se realizó la Cuarta Edición del Festival de Arte y Ecología con sabor a Chilate, los días 30, 31 de octubre y el día 1° de noviembre de 2020.
El festival se realizó en la colonia Cervantes -cuidando de las medidas sanitarias pertinentes-, la cual pertenece a la periferia de Acapulco, a donde los programas culturales, ni municipal, ni estatal y mucho menos federal ha llegado desde hace muchos años. Con una asistencia de 49 personas, entre niños, adolescentes y adultos; a quienes se les impartió talleres, como el "libro acordeón", "caja de recuerdos" y "sandalias recicladas", así como el clásico "tendedero de libros con diferentes títulos y autores"; con esta actividad los asistentes pudieron leer en voz alta varios títulos, entre ellas "El Principito".
De esta actividad Pantoja nos comenta: "Me gusta trabajar con este texto, en específico, en la parte donde se habla del encuentro del zorro con el Principito; con esta lectura se da la pauta para hablar y compartir lo fundamental y significativo que representa tratarnos con respeto y valorarnos unos a otros para hacernos la vida más llevadera y mucho más en estos tiempos en donde todos vivimos con miedo y algunos con tantos problemas aún por resolver para disfrutar y encontrar un sentido al simple hecho de existir".
Además agregó: "En cuanto a cómo me siento al realizar el Festival de Arte y Ecología con Sabor a Chilate sin ningún apoyo de ninguna institución cultural del estado de Guerrero, me hace evocar el inicio de la primera edición, en donde busque apoyo de la Secretaría de Cultura de Guerrero y me pidieron un oficio, pero al final el apoyo no fluyo y aún así, tomé la decisión de seguir adelante con el festival y quiero contarte que paso algo especial con este proyecto, la gente lo recibió muy bien y con muy buenos comentarios, sobre todo porque el festival se ha realizado en diferentes lugares, en donde habitualmente las dependencias culturales muchas veces no llevan ningún proyecto".
"Resta decir que, para mi, el hecho de realizar este festival me da mucha satisfacción porque es un proyecto que me hace sentir que mi caminar por este mundo, es dejar una invitación a no rendirse, a conquistar metas y si lo poco que haces puede hacer que una mirada triste vuelva a sonreír. Entonces significa que tu simple existencia puede dar alegría a otros y mucho más si es encaminado al mundo del arte, en donde algunos pueden encontrar un camino para que a pesar de todo, puedan sonreír con los labios pero sobre todo con la mirada al redescubrirse creativos, pero sobre todas las cosas valiosos", finalizó.