Guillermo García Aragón
enviado maderista
Al parecer, fue avecindado en el estado de Morelos, García Aragón contactó a principios de abril de 1911 a la guerrilla maderista encabezada por los hermanos Figueroa en Guerrero; se ostentaba como coronel y enviado especial del “presidente provisional” Francisco I. Madero, facultado para inspeccionar los contingentes de la insurrección suriana y la encomienda de impulsar una junta de los jefes Emiliano Zapata y Ambrosio Figueroa, que operaban en Morelos y Guerrero respectivamente, con el propósito de cambiar impresiones y coordinarse para mejores resultados de la lucha.
Como resultado de su gestión se llevó a cabo la reunión de ambos jefes y contingentes el 22 de abril en la comunidad de Xolalpan, distrito de Chiautla, Puebla, punto limítrofe con Morelos y Guerrero. Bajo la mediación de García Aragón, ahí surgió lo que daría en llamarse como Pacto de Xolalpan, que fue el acta donde ambas fuerzas acordaron: desarrollar operaciones militares de común acuerdo; si éstas eran en Morelos el mando lo tendría Zapata y si eran en Guerrero lo tendría Ambrosio; prestarse ayuda recíproca inmediata tanto para la ofensiva como la defensiva y; que los nombramientos de jefes y oficiales de ambas partes serían expedidos por una “Asamblea de Honor”.
Este pacto no funcionó, desde un inicio hubo desconfianza mutua entre Zapata y Figueroa, dado sus orígenes sociales y objetivos distintos; Zapata era campesino y su demanda principal era social, la devolución de tierras; Figueroa era ranchero y su demanda central era política, no reelección y elecciones libres.
Por Francisco Herrera Sipriano.
Fotos: Fototeca INAH.