Un 18 de enero de 1867, en Nicaragua, nacía Félix Rubén García Sarmiento, conocido como Rubén Darío, escritor, poeta, periodista y diplomático, considerado el máximo representante del modernismo literario hispano y el autor más influyente en la poesía hispana del siglo XX, a tal punto que es llamado el príncipe de las letras castellanas.
Mientras se formaba en una institución jesuita, ya en 1879, comenzó a escribir los primeros poemas.
Emigró a Chile, en el año 1886, para desempeñarse como periodista en diarios de Valparaíso y Santiago; allí, en 1888, publicaría sus Rimas y Azul. Durante los siguientes años, trabajando como diplomático, publicó Cantos de vida y esperanza (1905) y El canto errante (1907) ambos mientras residía en Madrid.
También viajó por México, La Habana, París y Barcelona, hasta que enfermó durante una estancia en Nueva York.
Murió en Nicaragua, el 6 de febrero de 1916.
Para recordar al poeta destacamos algunos de los datos más relevantes de su vida:
- A los tres años ya sabía leer. El primer libro que leyó en su infancia fue El Quijote. Lo encontró en un armario viejo de la casa de su tía abuela junto a Las mil y una noches, Las obras de Moratín y La Biblia, entre otros.
- “De mí puedo decir que a los diez años ya componía versos, y que no cometí nunca una sola falta de ritmo”, escribió en su Autobiografía.
- Era conocido como “el poeta niño”; a los 13 años ya había publicado sus primeros versos en el diario El Termómetro.
- “¡Juventud, divino tesoro, ya te vas para no volver!”, es quizá uno de sus versos más conocidos y pertenece al poema “Canción de otoño en primavera”.
- En 1888 publicó Azul, su obra cumbre, en la que incluye cuentos y poemas. Es considerado una de las piezas más relevantes del modernismo.
- Trabajó como periodista para diarios de diferentes países de Latinoamérica entre los que destaca La Nación de Argentina.
- En 1912 fue bautizado por el poeta francés Paul Fort como “el príncipe de las letras castellanas”.
- “La poesía existirá mientras exista el problema de la vida y de la muerte. El don del arte es un don superior que permite entrar en lo desconocido de antes y en lo ignorado de después” (El canto errante, 1907).
- Se dice que Rubén Darío afirmaba tener cinco patrias: Nicaragua, “mi patria original”; Chile, “segunda patria mía”; Argentina, “mi patria intelectual”; España, “la patria madre” y Francia, “la patria universal”.