El rechazo es evidente y poco tomado en cuenta, la balanza se encuentra inclinada al rechazo a los videojuegos y animes. Esto se puede observar al momento de hurgar un poco en las comunidades académicas y culturales, en sus revistas y páginas web cuentan con apartados para reseñas de cine, teatro, libros, etc. Pero en lo correspondiente a anime, videojuegos o comics es marginado.