El 2020 sin duda fue excepcional y marcó un parteaguas en la vida de la población mundial que buscó -quiénes tienen los medios- refugio en las redes sociales, las plataformas de entretenimiento y las compras en línea. La sed y hambre de justicia también ha encontrado un campo de acción y adeptos que sin pensarlo tanto, apuntan y jalan el gatillo a la más mínima provocación, las acciones lapidarias virtuales están en pleno auge en medio de una pandemia que parece no tener fin, no en el corto plazo, pese a la aprobación de vacunas que están llegando a nuestro país cada semana.