Jorge Alfaro
Jugar | Esculpir | Resignificar
El sábado 30 de septiembre, en el marco de la inauguramos el ciclo de Arte y Literatura del Centro Cultural Afirme, Jorge Alfaro sostuvo un enriquecedor conversatorio sobre su obra y proceso creativo. Lo acompañaron Roxana Cortés (UNAM) con Andrés Gordillo ( Instituto de Estudios Críticos) y Fernando Meraz (UNAM). Además, se celebró la incorporación de algunas de las piezas del artista al catálogo de la Fundación Villacero.
Antes del conversatorio, los asistentes pudieron explorar la sala de exposición, donde contemplaron la obra del escultor radicado en Acapulco, Jorge Alfaro, y tuvieron la oportunidad de entablar breves charlas con él.
El director del Centro Cultural AFIRME, Herbert Perdomo, dio la bienvenida y presentó a los miembros de la mesa de diálogo. La escritora Roxana Cortés moderó la mesa titulada "Jugar, Esculpir, Resignificar".
Fernando Meraz hizo referencia al concepto de "simulación" en la creación artística a lo largo de la historia, señalando cómo la materia desaparece para ser significada a través de la técnica, transmutándose en arte. Destacó cómo esta práctica se convirtió en un acto de culto, y cómo el observador debe eventualmente desvelar la ilusión.
Este concepto se puede aplicar al desentrañar la obra de Alfaro, como en el caso de la bomba envuelta en resina, el columpio (acuerdo tácito) o la lata de plata. ¿Qué se esconde detrás de ellos? ¿Qué representan en el presente? Así como un objeto moldeado nos conduce a conceptualizar un universo o a resignificar parte de él.
Andrés Gordillo introdujo el concepto de farmacología y, de manera directa, abordó la influencia del entorno en el arte de Jorge Alfaro. "Sabemos que Guerrero históricamente ha sido un lugar marcado por el tráfico, y no solo en el ámbito social".
La farmacología y la escultura, en apariencia dispares, comparten una conexión en su enfoque creativo y transformador. La farmacología busca entender y manipular los procesos biológicos mediante fármacos para mejorar la salud, mientras que la escultura implica la manipulación de materiales para crear formas tridimensionales que expresen ideas o emociones. Ambos campos requieren comprensión de materiales y su interacción con el entorno. Además, tanto el farmacólogo como el escultor deben visualizar el resultado final de su trabajo. En última instancia, ambas disciplinas buscan transformar y mejorar la experiencia humana, ya sea a través de la curación física o la expresión artística.
Jorge Alfaro compartió que en su trabajo (tanto narrativo como estético) existe una íntima relación con el material del que está hecha cada obra. "...las piezas deben comunicar a través del material". Ejemplificó con la "lata para quemar piedra (cocaína)" hecha de plata pura, metal que en su origen fue destinado para la opulencia de la iglesia y la acuñación de moneda. Aquí entra en juego la simulación mencionada por Fernando Meraz. La plata posee un valor intrínseco, se moldea y representa algo, pero no solo eso, sino que abarca una amplia gama de significados. ¿Qué puede representar la vida de un adicto que inhala piedra? ¿Existe también una simulación en ese acto?
Alfaro ofreció breves anécdotas sobre cada una de las piezas expuestas en el Centro Cultural AFIRME, compartiendo las peripecias y dificultades que enfrentó para llegar a su conclusión.
Tras finalizar la conversación en la mesa, se abrió un espacio para preguntas de los asistentes, las cuales llevaron al maestro a profundizar en detalles y anécdotas de su proceso creativo, revelando su sensibilidad ante la otredad y su posición política en la sociedad que lo rodea.