Es importante incluir tanto en nuestra manera de relacionarnos como en la educación escolarizada formas más conscientes que analicen nuestros hábitos y costumbres, herramienta de reconocimiento individual, generar discursos más comunes sobre la base de la equidad entre los sexos; buscando así alternativas que nos permitan acceder de manera igualitaria a los derechos que por el solo hecho de existir tenemos.