La premisa de este documental dirigido por Andrés Landero Quiroz y producido por Brigada Informativa Altavoz, es la tortura como una práctica normalizada y que trata de ser justificada entre los agentes que deben brindar seguridad, así mismo, apunta al uso del miedo como manera de someter a la sociedad y la brutalidad de sus actos como muestra de poderío; pero también muestra las secuelas de los que se quedan, las vidas que han sido marcadas y que solo esperan un poco de justicia para poder comenzar a sanar.