La amenaza se hizo presente apenas y entramos al espacio, la instalación de una pieza nos marcó el ritmo de lo que seguía, por un lado, la seguridad que representa el acomodo de las piezas, por otro, las mismas piezas intimidando a quién pretenda dar un paso en falso al espacio ajeno, seguridad y violencia como una moneda con sus dos caras. Una postal latente, llena de simbología, acompaña esta poderosa representación.